Escribe: Aníbal Arredondo
Escribo sobre este tema del que
tanto se habla hoy en día, porque la igualdad de género va muy despacio y a
machismo aún no se le puede poner fuera de juego, pero hay mucha historia para
contar.
Resulta que con motivo del Día
Internacional de la Mujer, el ocho de marzo, para alegría de muchos, las
grandes avenidas y plazas de la ciudad de Madrid y muchas otras en España y el
mundo se llenaron de miles de mujeres y hombres de toda edad, clase social,
razas y creencias, una año más para reivindicar el feminismo a fin de
reclamar los derechos de las mujeres y tener una sociedad más igualitaria.
La asistencia multitudinaria tuvo una
capacidad de acción y convicción, porque en España y en cualquier otra
parte un movimiento de esta naturaleza con legítimos principios
feministas no surge de repente, por ser un movimiento social emancipador. Es un
trabajo que se viene forjando desde hace mucho tiempo que ha ido
evolucionando, y que esta agitación amalgama muchos pensamientos.
Este movimiento exige para la
mujer no la igualdad en términos absolutos con el hombre, No, sino
la equiparación bajo el genérico humano de vida, es decir de
clasificar a los seres humanos que tienen rasgos comunes en
una distinción puramente convencional, más claros, ni más ni menos, el
que los derechos de ciudadanía que los hombres gozamos también lo tengan
las mujeres.
En el discurso de una mujer de
Latinoamérica con el título de “Golpe al machismo”, pudimos oír que
si hay feminismo, hay lucha revolucionaria, porque aunque ahora el
feminismo tenga muchos apellidos, la filosofía es tajante, feminismo hay solo
uno y es emancipatorio y es de izquierdas. Aunque no comparto esto último
porque politiza el movimiento. Pero si podemos ver que con discurso
como estos el movimiento feminista en España se hace sentir con dureza y
fuerza, y creo que esto debería contagiarse en Latinoamérica
como un avance para salir de los círculos machistas en los que muchas
poblaciones aún están inmersas.
Porque si retrocedemos en el
tiempo, e incluso en muchos espacios sociales actuales, y nos preguntamos
si en aquel tiempo o en algún lugar actualmente, ¿se respeta
a la mujer? ... Y como vengo de una provincia rural peruana, creo y estoy
seguro de que existió y aún existe un machismo miope con
expectativas patriarcales que atropellan a las mujeres y eso es
tristemente asombroso.
El feminismo tiene mucha facetas, como
facetas tiene la vida, y en todos los ámbitos debe analizarse, y por eso hay
mucho que comentar, pero aquí solo comentaré de forma reducida, después de leer
hace poco un artículo que escribe Carrie Jenkins, profesora de
filosofía de la Universidad de Columbia Británica (Canada), dice que
históricamente se ha permitido a los hombres casarse con más de una mujer,
tener amantes oficiales, engañar a su pareja y acostarse impunemente con
sus amores ocultos. Yo no discrepo con esto porque la poligamia masculina
se aceptó como ley de vida en muchas culturas, tales como los
arenes, y no se le llamo antinatural como en el caso de la
mujer.
Carrier dice, que la dirección
feminista es ir camino al respeto de las mujeres acabando con los
amoríos masculinos y la poligamia al estilo del antiguo testamento. Este
planteamiento quizá sea una alternativa, pero creo que es una
dicotomía descaradamente falsa porque siempre ha habido infidelidad tanto de
hombres como de mujeres aunque en el caso de ellos la sociedad los justifica y
perdona y hasta los alaba y en caso de ellas se les señala y demoniza, y se
usan todo tipo de insultos ofensivos.
Otro autor Schopenhauer, opina
fríamente “La fidelidad en el matrimonio es artificial para el hombre y natural
en la mujer, y en consecuencia, el adulterio por parte de la mujer es mucho
menos perdonable. Esto a mí me parece una visión, anticuada, y
retrograda, porque no se puede calificar los actos de los seres humanos
con premisas falsas como estas.
Los poli amorosos que
tienen varias mujeres, dicen que el feminismo es una provocación, a
fin de hacer perder el control de la sexualidad de las
mujeres. Algo tienen que decir porque el feminismo amenaza
profundamente la frágil sensación de los hombres que creen que tienen
derechos sobre ellas.
¿Usted que opina distinguido lector(a)
?. Por mí no hago alarde de ser puritano, y virtuoso o exento de
imperfecciones morales, no, porque soy humano. Pero creo que cada uno debe
reflexionar sobre su comportamiento privado, para ver donde tenemos
actitudes machistas. Una reflexión no solo de los hombres sino también de las
mujeres que también son corresponsables de educar en machismo a sus hijos
e hijas.
Madrid, marzo de 2019
No hay comentarios.:
Publicar un comentario