4/6/22

"El hombre del Cajón" un poco de historia universal"


Escribe: Anibal Arredondo

Vamos a escribir una recopilación de la investigación hecha por Stefan Zweig, sobre el "Hombre del Cajón". 

Zweig cuenta que: Enciso, un rico comerciante, hombre de leyes,  bachiller en derecho, alcalde y jefe de policía de la nueva colonia en el continente americano; No permitía  a clientes de sus barcos que viajarán  sin pagar sus deudas en España, menos a gente fracasada. Así podrían zarpar  sus barcos tranquilos sin que haya nada que reseñar.

Un hombre de 35 años de edad, de nombre Basco Núñez de Balboa, de gran audacia e ingenio, nacido en una familia noble, en Jerez de los Caballeros, se encontraba a tal punto en bancarrota, y no sabia como librarse de sus acreedores, además le negaban  el viajar al nuevo mundo, por lo que se había ingeniado el meterse a un cajón vacío muy grande de víveres, y subido al barco, ayudado por sus cómplices también morosos como él, un día antes de emprender el viaje, burlando la seguridad dispuesta por Diego Colón, jefe de seguridad de Enciso.

Al llegar a alta mar, el cajón se abrió por sí solo, y de él salió un hombre bien pertrechado, con espada, casco y escudo, como Santiago Santo de Castilla. "Descarada astucia".

Enciso, le explica a Vasco Núñez de Balboa, con brusquedad, que no lo llevaría consigo, y que le dejaría  en la primera isla que avistasen, estuviera habitado o no. Esto, no llega  a cumplirse lejos de ello Sucede algo prodigioso; en aquellos mares desconocidos navegaban tripulaciones numerosas, entre ellos las de Francisco Pizarro solo Bergantines con capacidad para 60 personas. Pizarro , acoge a Núñez de Balboa lo acoge  en media travesía. ¿Ahora a donde ir?, Pizarro tiene miedo de exponerse al terrible clima pantanoso, y las flechas envenenadas de los nativos, y decide regresar a la Española. Nuñez de Balboa y Rodrigo Bastidas convencen  a Pizarro recorrer toda la costa de América Central, encontrando un río, rico en oro, lugar llamado Darién, donde los nativos eran amables. Allí fundaron una población llamada Del Darién y se dirigen al istmo de Panamá, causando habitual  carnicería en la gente nativa, arrebatan sus bienes, encuentran oro, y deciden levantar un asentamiento, con el nombre piadoso de Santa María en un gesto de gratitud. 

El bachiller Enciso lamenta no haber tirado a tiempo por la borda el cajón con Núñez de Balboa dentro; por qué a las pocas semanas este hombre temerario tiene el poder en sus manos. Enciso hombre educado y criado en disciplina y orden, intenta administrar la colonia en beneficio de la Corona Española. En una miserable cabaña, promulga sus edictos con el mismo esmero y rigor que si estuviera en su despacho de Sevilla. En medio de esa selva inhóspita, Enciso prohíbe a los soldados adquirir oro de los nativos, por ser reserva de la Corona, intenta poner orden y justicia. Pero los aventureros de parte de Balboa, turba insubordinada amenazan  a Enciso, y este para salvar su vida huye.

El rey nombra de gobernador a "Nicuesa", pero, Balboa no le deja siquiera desembarcar a tierra, y el infeliz expulsado, se ahoga en el viaje de regreso. Nuñez de Balboa salido de un cajón, es dueño de la colonia, pero su éxito es declarado de rebelión contra el Rey, y no cabe esperar perdón, por haber encontrado, el gobernador Nicuesa, la muerte por su culpa. Enciso está en camino a España para acusarlo y, que tarde o temprano Balboa sería llevado a los tribunales.

Balboa para asegurarse y mantenerse en el poder, se ingenia sobornar con una buena remesa de oro enviada a las arcas de la Corona, para poder aplacar cualquier juicio criminal. "El oro es el poder". Balboa y Pizarro  sojuzgan y desvalijan a los nativos, en nombre de Dios y la Cruz  y consiguen su éxito decisivo.

Creta, un jefe nativo, a quien le habían traicionado y violado groseramente su hospitalidad, les aconseja a los aventureros, que en lugar de ser enemigos, sería mejor cerrar un pacto de paz con su tribu, y como garantía de. fidelidad ofrece a su hija. Balboa acepta la oferta de Careta o Creta. Lo más  asombroso es que, Balboa, hasta el final de su vida mantiene una relación muy cariñosa con la nativa.

Vasco Núñez de Balboa, no ha sido más que un aventurero, audaz y rebelde frente a la Corona, y no le cabe esperar la horca o el hacha, por parte de los tribunales de Castilla.

El cacique  "Comagre" le regala 4000 mil onzas de oro. Pero los poderosos extranjeros, reaccionan como perros que se hubieran librado de sus cadenas. Sacan sus espadas y cada uno quiere su parte del oro regalado. Él cacique  al ver el extremo  de avaricia de los españoles, les dice: Que tras esas montañas hay un ancho mar,  y todos los ríos que corren hacia el llevan oro. Allí vive un pueblo que navega, como vosotros, cuyos reyes comen en  vasijas de oro, allí pueden encontrar el oro que codician. Balboa  dice haber encontrado la pista del legendario país del oro, el Biru (Perú).

Balboa recibe malas noticias de uno de sus cómplices, que envió para debilitar las acusaciones de Enciso. Que su vida está en peligro de muerte, a más de pagar una indemnización a Enciso, y que llegará un representante de la justicia para pedirle cuentas a Balboa, juzgarlo en el terreno o bien llevarlo encadenado a España.

Balboa se da cuenta de que está perdido. Solo otra osadía podría salvarlo, si descubre el otro océano, o le queda otra opción , huir por medio de una grandiosa proeza, hacia la inmortalidad,antes de ser prendido y lo esposen los hombres de Ley.

Balboa se aventura en la inmensidad de la selva, con pocos hombres decididos como el. "Mejor morir conociendo la gloria de todos los tiempos, que ser arrestado de modo ignominioso con las manos atadas hasta el cadalso.". La travesía del estrecho de Panamá  comienza en Coiba, reino del cacique Careta, cuya hija es compañera de Balboa. El seis de septiembre se inicia esa gloriosa marcha a través del izmo que incluso para aventureros  atrevidos y experimentados; exigía  inmensos sacrificios y una gran fuerza de voluntad.  

Atraviesan llanuras pantanosas, preñadas de enfermedades, siempre con las armas en la mano. Como alimento de los soldados solo un puñado de maíz. Hambrientos, muertos de sed rodeados de insectos que les  chupan la sangre, rasgados por las espinas y los pies heridos.

Tras la primera semana de marcha, gran parte de la tropa está enferma con fiebre. Balboa decide continuar con lo más selecto de la tropa. El terreno empieza a elevarse, los hombres desfallecidos consiguen escalar paso a paso hasta un espinazo que separa el estrecho margen entre dos océanos  el Atlantico y el Pacífico  desconocido y anónimo .

La naturaleza es vencida, pero, les sale al encuentro otro cacique con cientos de hombres y les cierra el paso. Balboa lucha temerariamente, basta descargar los arcabuces, los nativos huyen asustados. Balboa festeja el triunfo, como todos los conquistadores españoles deshonrados por su crueldad, los vencidos prisioneros, atados indefensos, son despedazados y devorados por la jauría de perros sabuesos hambrientos, que llevaba Balboa. Una repugnante carnicería envilece la víspera del día en el que Núñez de Balboa conocería la inmortalidad. Esa fue la forma que los conquistadores piadosos y creyentes cristianos que invocan a Dios de todo corazón, y al mismo tiempo cometían atrocidades de lo  más vergonzosas de la historia en nombre de Dios. Balboa satisfecho de su crueldad acaricia los belfos de sus bestias chorreando de sangre humana, y lo considera como  heroico y meritorio ese sacrificio.

Balboa sabe que ese 25 de septiembre será un día histórico. Despues del baño de sangre, un nativo prisionero sobreviviente declara que cerca de la cumbre  se puede contemplar el mar desconocido. Balboa a las 10 de la mañana está cerca a la cima, solo queda una pequeña cumbre pelada. Balboa ordena a sus hombres detenerse, a vista de ese océano desconocido, no quiere compartir con ninguno; quiere ser el único por toda la eternidad, el primer español, el primer europeo, el primer cristiano, después de haber atravesado el Atlantico y haya divisado el desconocido el Pacífico, el legendario océano buscado por años por Colón. Océano que baña las costas de América, la India, China, Nueva Zelanda y Australia. La humanidad conoce el último océano de la tierra hasta entonces ignoto.

Visto el océano,  bajan a la Costa, sienten el húmedo oleaje, lo tocan, lo palpan, y arrebatan el botín de sus playas. Alonso Martín dice que ha sido el primero en mojar sus pies y las manos, y que conste por escrito en acta. Balboa dueño y señor, arrogante, echó mano a su espada y en la otra el pendon de Castilla, agita el estandarte a  todos los lados y exclama : Que vivan los poderosos monarcas  Fernando y Juana de Castilla de León  y Aragón; En cuyo nombre tomo posesión   corporal y real de todos estos mares y tierras, costas, islas y puertos.  Y si algún cristiano infiel de cualquier Ley  pretenda tomar algún derecho, yo estoy puesto a defender en nombre de los reyes de Castilla, ahora y en todo tiempo en tanto que el mundo dure hasta el final del juicio de los mortales. Todos los españoles repiten el juramento.

La  hazaña se ha consumado. Sorpresivamente encuentran en cercanas islas suntuosas perlas, las que adornan la corona Real de España.

Balboa  tiene noticias  de la existencia  de un país  que guarda tesoros ingentes. "Los soberanos Incas" que dan sus banquetes en básicas de oro, tienen grandes animales de cuatro patas (llamas) que van cargadas de tesoros y se llama "Biru"  - Perú. Esa palabra ha quedado escrita en la mente de Balboa, que quiere descubrir y conquistar ese imperio: El país del oro.

Balboa vuelve a Darién, es atacado por los nativos, enfermo, ya no está dispuesto para más luchas, está a punto de morir, y es llevado en una  hamaca. Todos sus hombres sobrevivientes, son ricos y una quinta parte se reserva para el Rey. Su perro "Leoncico" por haber desgarrado y matado a los nativos, es participe como cualquier otro Guerrero con una recompensa de 5000 mil pesos de oro.

La dicha de Balboa dura muy poco tiempo. El Rey envía como gobernador de esas tierras a un hombre apropiado, rico, respetado y noble, de 60 años de edad, Pedro Arias Dávila (Pedrarias), quien debe pedir cuentas a Balboa. Esto le causa incomodidad al hombre del cajón, que se da cuenta que sobre el  pende una espada, por estar en manos de Pedrarias  el poder militar y la justicia. Piensa independizarse, conseguir una flota y conquistar el Perú. Pero esta vez el destino está en su contra y su audacia  no le va servir.

Balboa recibe una carta cordial de Pedrarias, ofreciéndole tropa para la expedición al Perú. Alegre se apresura ir al encuentro. El hombre que le da la bien venida es Francisco Pizarro, que está al mando de Pedrarias. Su amigo de confianza. Pizarro le pone la mano sobre sus hombros  y lo declara preso. Pedrarias abre un  proceso por presunta rebelión.  Basco Núñez de Balboa, camina junto a sus compañeros más fieles hacia el cadalso. La espada de Pizarro relampaguea y la cabeza de Balboa rueda por el suelo (alta traicion)

Se apaga para siempre la mirada que fue la primera de toda la humanidad de contemplar al mismo tiempo dos océanos que abarca nuestro planeta.

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