Escribe:
Aníbal Arredondo
¿Existe fanatismo en el Perú?, ¡Claro que sí!
Evidentemente también existe en otros países,
pero nuestro país se lleva las palmas dentro de la sociedad latina a la que
pertenecemos, lo cierto es que tenemos un temperamento belicoso que nos ha
llevado a producir odio, vilipendiarnos e incluso matarnos unos a otros en
confrontaciones armadas como en la época del terrorismo largo y sangriento.
Desde fuera siempre ha resultado llamativa la
ferocidad con la que nos hemos tratado y seguimos tratándonos actualmente.
El fanatismo en la política también existe,
afecta a los políticos y a los
politiqueros que con sus mercenarios destruyen plazas, monumentos, aclamando a
sus eternos líderes sin importar que tengan los más sucios antecedentes de
corrupción.
Otros fanáticos hacen uso de Internet para insultar y difamar por las redes sociales,
usando palabras soeces propias solo del bajo mundo, sabiendo que este medio no
tiene fronteras y viraliza lo más soez y
extremo.
El fútbol es un punto aparte, las barras
bravas convierten un deporte sano en un espectáculo peligroso.
En fin, sin ahondar por respeto a esa patria
que necesita liberarse de este acto cerebral porque no existe un mecanismo
fiable para combatir esta enfermedad colectiva que crea violencia.
Me permito comentar algunos consejos del
escritor Israelí “Amos Oz”, sobre el extremismo en la religión islámica, que dice que lo que desencadena la
violencia es el fanatismo que sufren millones de humanos que moran en este
planeta y que no se encuentra una receta para curarlos y cambiarlos por su propio bien. Por tanto el fanatismo es
una enfermedad contagiosa; Uno puede enfermar mientras está luchando por curar
a otras personas. En el mundo hay anti fanáticos que luchan mediante las
cruzadas para contener el Yihad y Yihad para destruir a los nuevos cruzados.
Amos Oz, también indica que un ejemplo de
ellos es ese afán tan popular hoy en día en Israel y en el occidente de
liquidar de una vez por todas de golpe y porrazo, a todos estos fanáticos
sanguinarios, a ellos y a los que son como ellos. De erradicar para siempre
todos los nidos del fanatismo.
El fanatismo Islámico violento no es solo una
banda de sádicos sedientos de sangre, No, hay una idea de fondo, una idea
amarga y desesperada, una idea retorcida, para eso es necesario una respuesta,
una idea alternativa, unas creencias más atractivas, unas promesas más
convincentes, dice Amos Oz.
Particularmente no comparto la idea tan
extendida de que la violencia sea el mal absoluto, desde mi punto de vista el
mal extremo no es la violencia en sí misma, si no la agresividad que es la
madre de toda violencia. La violencia es la materialización de la agresividad y
la agresividad es el resultado de la rabia.
El fanático es una exclamación andante. La
mejor lucha contra el fanatismo no se expresa poniendo otra enfrente. Enfrentarse
a los fanáticos no significa aniquilarlos a todos, tal vez dar un tratamiento
preventivo para un fanatismo que en mayor medida se oculta en el alma de
muchísimos de todos nosotros dice Amos OZ.
Por ejemplo, ¿Cuál es la diferencia base entre
un judío y un cristiano? Los cristianos creen que el mesías ya estuvo aquí y
algún día volverá a nosotros, y los judíos creen que el mesías aún no ha
venido, pero que vendrá algún día, esta discrepancia a traído al mundo tanto
odio, tanta ira, persecución de judíos, inquisición, genocidio.
¿Pero por qué sencillamente no se ponen de
acuerdo ambos, judíos y cristianos para
esperar con paciencia para ver lo que ocurre? , Como dice Amos Oz, si el mesías
cristiano llegará un día y dice “hace mucho tiempo que no nos vemos, me alegra mucho
volver a veros, los judíos tengan que reconocer su error. Pero si al llegar el
mesías judío diga “Como estáis , encantado de conocernos?, el mundo cristiano
en su totalidad tendrá que disculparse ante los judíos, entonces ¿Por qué no
podemos sencillamente vivir y dejar vivir a los demás?.
Obviamente, es un ejemplo simplificado que no
muestra los intereses económicos y políticos de fondo, que promueven que esta
inicial diferencia aparentemente salvable, se enquiste por generaciones hasta el día de hoy.
Lo cierto, es que deberíamos vacunarnos
contra varios tipos de fanatismo, el Fútbol, los Toros, los partidos políticos,
los sindicatos, etc, para comenzar a disfrutar y darles un uso correcto.
Amos Oz, también dice: Si dejamos el fanatismo,
conoceremos el placer que se encuentra en la diversidad con personas
diferentes, y costumbres completamente distintas.
Aquí en Madrid, como en muchas ciudades
cosmopolitas podemos asistir a un comedor dentro de una mezquita donde las creencias y la cultura son
diferentes, solo para los que no tienen el fanatismo en contra de esta
religión.
Frecuentemente, vemos partidos de diferentes
ligas, sin ser fanáticos o adeptos a algún equipo, únicamente por ver y
disfrutar como se juega el fútbol y aplaudir al mejor. Entonces no existe
fanatismo, rencor o enfrentamiento, mucho menos violencia.
La gente hoy en día no mira el paisaje, mira
el ordenador o el teléfono. El mundo virtual ha sustituido al real, ¡Hay que
nivelarse!, y con sensatez hacer un uso responsable de Internet y las redes
sociales y sobretodo no extender y
contagiar nuestra ira.
Madrid, Abril 2018
No hay comentarios.:
Publicar un comentario