Escribe: Anibal Arredondo
La petulancia y el
libertinaje son propios de jóvenes y también de personas poco tolerantes que no
han comprendido, como es natural, esta delicada etapa de la vida que es la
vejez. Dicen de la vejez que se ha convertido en una plaga llena de
estereotipos y mitos, que su arraigo es muy difícil romper con ello.
Ante esto es
necesario que dejemos estas ideas aceptadas sobre la vejez, por grupos o una
sociedad con carácter fijo e inmutable. Más bien percibamos la vejez como un
logro, pero también como un desafío para que las generaciones que van a
envejecer o están ya envejeciendo después de haber gozado de una belleza
juvenil, vitalidad, se preparen para tener una vejez diferente, activa, feliz,
saludable físicamente, social y cultural. Por qué el envejecimiento de la
población en el mundo es un reto importante para nuestra sociedad, en el
presente y en el futuro.
No veamos la vejez ni
muy cerca ni muy lejos en el horizonte de nuestra vida, pues el tiempo hará que
los niños, los jóvenes de hoy, también llegarán a la vejez y sufrirán las
mismas limitaciones de los que ahora conformamos la tercera, cuarta o quinta
edad. Este es el desafío como individuos y como sociedad en esta etapa vital el
que tengamos como objetivo dar vida a los años.
En las imágenes de
los ancianos vistos de espaldas, en diferentes escenarios, "Detrás de cada
persona hay una historia, delante puede haber mucho más"
¡Que poco hemos
aprendido en tantos siglos sobre la vejez!, se ha hecho difícil con los no
virtuosos que solo ven viejos seniles, sin sesos, inservibles. Creo que el
mundo está vacío de comprensión y empatía.
Los ancianos solo
queremos que nuestro entorno sea respetuoso, acogedor, seguro y participativo,
un lugar donde se pueda realizar las actividades que nos gusten; queremos que
nos acompañen y ayuden conforme a nuestra voluntad y deseo hasta cuando nos
llegue el final.
Es muy triste aun el
fenómeno de falta de apoyo familiar, la ruptura de la tradición de reunirse en
fiestas significativas. Es triste la soledad, es triste vivir en tus últimos
años en una residencia, todo por ausencia de apoyo de lazos familiares, hay
ancianos que viven solos y fallecen en silencio.
Si se toma a la vejez
como una enfermedad de demencia, de deterioro físico, discapacidad funcional y
dependencia, deberían existir recursos de protección por parte del estado, con
objetivos propios inspirados en una política de responsabilidad social
comprometida con los mayores. Pues nadie evitará la vejez, pregúntele al espejo
de su tocador y le dirá claramente que ya no tiene la lucidez de las etapas de
su vida anterior. La edad no es retroactiva, nos señalan las arrugas, la
flacidez de la piel, las lagunas mentales. Si pensamos en los prejuicios
respecto a la vejez no es cosa solo de este tiempo, estos prejuicios siempre
han existido.
Santa Teresa de Jesús
decía: "Si sientes pesados tus pies, acorta los pasos, si arrastras en el
piso, apóyate en un bastón".
¡Cuánto sabia Cicerón?,
hace más de dos mil años el filósofo romano Tulio Cicerón escribió DESETUCTE
traducido en español "Como el arte de envejecer", todo un canto a la
vejez en una civilización no tan segura para los ancianos como la romana. Catón
el viejo, un anciano de ochenta y cuatro años, contradice a uno de los
estereotipos más arraigados, al propio individuo, los defectos que se les
achaca momentáneamente, normalmente a la edad".
Yo guardo en la
memoria cuando adolescente leí la obra de un político renombrado que decía
"Jóvenes a la obra viejos a la tumba", ¡Que ironía¡, Se olvidó que
muy antes se gobernaba consultando al consejo de Ancianos".
¿Por qué se habla de
la cuarta edad?, porque la tercera edad se nos ha quedado pequeña dice José A. Erce,
ya vamos por la cuarta. Dígame ¡Cuál es la cuarta edad?, No sé, pero debe estar
por encima de la tercera edad, y cuando aquella esté superada por una
longevidad creciente ya hablaremos de la quinta edad, es como la cuarta
revolución industrial.
Según la ONU, la
mayor parte de la población tiene esperanza de vida igual o superior a los
sesenta años. Para el 2050 se espera que esta franja de edad llegue a los 2000
millones más que en 2015. Si hablamos de personas con 80 años o más seriamos
125 millones, y se espera que para el año 2050 aumenten 434 millones de
personas en todo el mundo.
El envejecimiento de
la población está extendiéndose en todo el mundo, comenzó con los países con
más ingresos altos. El ejemplo más extremo lo encontramos en Japón, donde el
30% de la población ya tiene más de 60 años, mientras que en 1975 su población
era la más joven de la OCDE con 8% de mayores de 65 años y hay muchos ejemplos
que sería largo mencionar.
Dice Gershom Wald que
preveamos para vivir plenamente la vejez y seamos capaces de darle vida a los
años y que nuestra vejez no sea una sombra. Es muy cierto que no todos los
acianos tenemos la suerte de estar disfrutando de lo poco que queda de la vida
y no consideremos que la longevidad sea una desgracia. Muchos no contamos
calendarios porque ese tiempo lo trazo el hombre, simplemente este tiempo es el
que limita nuestra existencia
Madrid mayo
2019
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