El Proyecto que escribo, pueda que no le agrade a mucha gente es natural. Pero a mí me hace feliz al terminar de escribir un artículo, por qué es fruto de vivir solo, escuchar música de todo el mundo, leer, leer bastante, a fin de que en mi cerebro no se cree telarañas, aprovechar el tiempo que aún resta antes de dormir.
Opino por qué tengo algo de experiencia en el campo educativo, que poco a poco he llenado mi equipaje a medida que he avanzado en mi vida, y un proyecto con identificación hacia el país donde tuve la suerte de haber nacido, no creo que sea malo si se deja la enfermedad del egoísmo.
Quedé sorprendido al ver el informe PISA del 2018, que el Perú siga en el puesto 64 en el rankig en educación de países en el mundo. Esto quiere decir que hasta estos días del siglo que vivimos, al Perú se le sigue engañando con sistemas educativos que nunca funcionaron en beneficio de millones de niños peruanos, y de la misma sociedad.
Hay una frase que se resume muy bien: EL BARRANCO EDUCATIVO. Este barranco lo causan una recua de pedagogos ineptos y gobiernos ajenos a que el Perú progrese mediante una revolución educativa PÚBLICA. Cada gobierno atina a imitar programas curriculares de países ajenos al nuestro, con los que siguen despeñando con una educación incipiente, frustrando la añoranza de un país con sociedad abierta que sueña con ideales de salir de un subdesarrollo agobiante.
A eso llaman REFORMA EDUCATIVA EN EXPERIMENTO. Experimentar suponen incertidumbre. Se tiene el experimento, se prueba el resultado y no se obtiene nada, solo incertidumbre.
Esta adversidad requiere una Reforma Educativa que cambie el contenido deficiente por otra eficaz y que el Ministerio de Educación patrocine, con participación de instituciones pedagógicas, representantes de padres de familia, representantes de centros educativos de prestigio regional y nacional, con especialistas en las metas generales de educación básica. Todos con derecho crítico severo que den luz y se deje la sombra. Cambiar el planteamiento memoris ta aplicable a un país multicultural, y diverso geográficamente.
Instruirse es un derecho universal y debe ser gratuito desde la infancia del niño, que es la educación inicial y que la podemos dividir en dos ciclos: el primero de cero a tres años y el segundo de tres a seis años.
La educación primaria, que le sigue a la anterior, en una sola etapa desde los seis a doce años. Posteriormente viene la educación secundaria desde los doce años hasta los dieciocho años.
Sería novedad en Perú, dejar la secundaria obligatoria en los dieciséis años, para que a partir de allí los jóvenes elijan trabajar o estudiar carreras técnicas y que los otros dos años no sean obligatorias sino únicamente para aquellos que quieren y pueden acceder a la universidad. Dos años de reforzamiento y ampliación que les permita acceder a las distintas enseñanzas en educación superior universitaria, que estén tan preparados que pueda acceder a universidades. No solo en el país, si no fuera de él.
Para esto debe ser tarea del gobierno, priorizar el gasto público al Sector Eduacion, si llegaran a escatimar, solo será un país millonario en ignorancia.
Es cierto que en el Perú se vive en la infancia de la tecnología, pero si recorremos una parte del camino soñando con el éxito, no significa equivocarse, si no un aviso a despertar a la capacidad de reaccionar ante lo malo que viene pasando en el país.
Platón decía: Que la educación es algo muy importante, que no podría ser confiada a cualquiera.
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