Escribe : Anibal Arredondo
La palabra es la facultad para hablar, expresar ideas. Entre nuestras ideas puede haber un abismo incomprensible o inmenso de personas que contradicen un argumento o le ponen muchos reparos; sin embargo los humanos que poblamos la tierra, queremos que en la vida se habrá caminos con principios sabios y humanitarios,mediante la representación gráfica de este sonido "La palabra"
Todos hacemos uso de la palabra, grandes, pequeños, filósofos, ateos, arrieros, el juez, el reo Sócrates, Cervantes u oradores como Trosky. Según los teólogos las palabras pueden llevarte al cielo o al infierno. Pero hay palabras más sólidas e inapelables,que son las que mascullan entre dientes una mentira, una calumnia o un odio.
Al fin todas las palabras que se ha llevado el viento, forman una atmósfera alrededor del planeta, pueden llegar a ser tóxicos, venenosos y mortíferos. Pero también están en el aire a disposición de cualquiera las palabras que usaron Homero, Virgilio uno Horacio que enhebraron sus versos que te pueden salvar y otras veces que te pueden matar.
Ahora aquí empieza mi historia, la huella imborrable de un pueblo andino llamado "Haquira", mi pueblo, con una historia que no se puede olvidar. Hubo grandeza y cada época de su historia tiene un valor propio, sus particularidades le dan su alma popular, el arte de su arquitectura en sus templos barrocos, su naturalismo que presenta su realidad en su aspecto.
Hace 546 años, los Castellanos se afincaron en este lugar, por la codicia de explotar los minerales de su subsuelo. Haquira es un pueblo fundado entre 1578 y 1583, pero que como población debió existir mucho antes.
Haquira se ubica dentro de la provincia Cotabambas del Dpto. de Apurimac. Preguntando al tiempo que atestigua, los conquistadores españoles encontraron en Haquira una inmensa masa volcánica tallada por la naturaleza, atalaya que se encuentra con cima plana sedimentada, a pocos metros de la plaza mayor del pueblo. A esa mole volcánica, los españoles ultrajaron su naturaleza divina antes de la conquista ya que parece que fue una importante Waka, a esa naturaleza en la que no encontraron contradicciones, humillaron al pueblo con dura esgrima de los frailes jesuitas, construyendo en sus entrañas la carcel más segura, inhumana, suegeneris en la vida penitenciara del mundo, fue el peor dolor moral que el hombre blanco dejó en este pueblo.
La historia de Haquira continúa y hoy en día la gente que visita haciendo turismo, hacen un espejo curvo que todo lo deforma y en vez de darle claridad lo llevan a un oscuro secreto de su pasado, esto hace gente que no ha de investigar en montañas de libros que te pueden ilustrar y te pueden dar un placer vivificante y real. Sino es así causan una tortura mental.
Este artículo tiene el fin de hacer una petición o sugerencia al Señor Alcalde de Haquira, una que puede iluminar sin calentar como el sol del invierno, o cuando uno vive lo suficiente alcanza a revisar sus convicciones y enmienda algunas.
Haquira ahora es una ciudad andina pequeña, con generaciones nuevas, con recursos económicos suficientes para seguir prosperando y tecnología que cada vez va a mejorar conjugando los verbos del pasado y quizá puede permitirse invertir en algo de arte para dar valor al Peñón.
Ahora Haquira debe identificarse con otras culturas adelantadas acorde con el siglo que vivimos, ornamentar su ciudad con obras maestras de arte, como realizar un simil al Cristo Corcobado del Brasil (a pequeña escala por supuesto) y colocarlo en su atalaya, un peñon obsequio de la naturaleza. Hay otra obra que imitar existente en la ciudad de Cusco.
¿Qué pensaría el señor Alcalde de Haquira, al quien no conozco, si esta sugerencia llegara a sus manos? ,yo confío en su autonomía personal de profesional, que no sería equivocarse de camino y sobre todo quedaría eternamente reconocido este pueblo con una imagen aún más singular.
A mis lectores les deseo que la novela de sus vidas en el año que se fue les haya dejado con ganas de mas y el año 2024 les traiga éxitos, felicidad, paz y mucho dinerito.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario