Escribe : Anibal Arredondo
Madre que estas en otras dimensiones. ¿Te acuerdas de mí?. Posiblemente si, por qué sueño frecuentemente contigo.
Me pregunto si merece escribir la palabra "madre", yo pienso que la madre es mucho esa palabra. Recuerdo con vehemencia de todo el tiempo que estuve junto a mi madre, hasta el momento que tú madre te marchaste a otro mundo u otras dimensiones. No pudiste vencer a ese sueño sin fin, a ese tránsito a una morada eterna. Me dejaste tu cuerpo, pero tu espíritu permanece en mí. Nada se parece a ti, pero todo me acuerdo de ti. Que alegre, que bondadosa eras. No es fácil borrar el recuerdo de una madre con las herramientas apropiadas, pero no dejare de estar en contacto contigo Anselmita, con un hilo de amor invisible.;
No son recuerdos falsos, tu vida fue una lucha permanente por el bien de tus hijos, pero el tiempo es la muerte. Comprendias madre que la vida es una sombra que pasa, también la muerte es una sombra que te acecha .
Transcurrirán millones de horas inútiles, y no estarás muerta para mí. No creo que hayas olvidado la enorme abundancia de acontecimientos en tu vida, cuando te encontrabas asechada por muchos judas que deseaban tu malestar y la de tus hijos, eras una mujer sensata pero intrépida quizás por que llevas el genuino cuerpo, sangre y alma de tus ansestros.
Tenías una filosofía de no hacer amistad con nadie en el pueblo que te dejo mi padre, nadie era confiable para ti, nunca abandonaste el mundo de tus responsabilidades,
Mmenos dejaste entrar en nuestro mundo el quebradizo mundo de la miseria. Aún muerta pareces un alma fuerte y noble.
Cuando estaba contigo, siempre estaba apuesto, listo, alegre y cuando no estaba contigo no daba importancia al mundo
Mi alma siempre está desolada sin ti, solo el tiempo es el espacio entre nuestros recuerdo.
Anselmita: No te pongo flores en tu tumba por qué las flores se marchitan y también mueren y se convierten en basura, tampoco puedo darte una oración por qué no entiendo el lado de los Ángeles, solo debes saber que al recordarte siento todavía soledad, tristeza y sensación de vacío.
Tu hijo Anibal.
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