16/7/09

Procesos de extirpación de idolatrías y cultos andinos en Haquira - Cotabambas


Por: Carlos Arredondo G.

El mito de Eldorado de las siete ciudades, el monarca bañado en oro que los indígenas inventaron para alejar a los intrusos, atrajeron a los conquistadores españoles para que las exploraciones se realizaran en vastos territorios de Sudamérica, que de otra manera no se hubiera abierto a los ojos de los españoles, fue así que al mando de un soldado analfabeto vestido en cota de malla; a tiros de arcabuz, golpes de espada, soplos de peste y bacterias, se lanzaron hacia el corazón del Imperio del Sol, conquistándolo en el año 1533; Pero antes en Cajamarca degollaron al Inca Atahualpa y le arrancaron un rescate en oro y plata. Tan deslumbrante era la capital del imperio incaico, que creyeron que habían llegado al dorado, pero no demoraron en salir del estupor y se pusieron a saquear todo el tesoro del Templo del Sol; el oro era su estímulo y recompensa; los aventureros conquistadores que recorrieron el imperio de Pachacutec en nombre del rey para colonizarlo hallaron vastos territorios con sorprendentes riquezas, no solo minerales sino también culturales que contaban con una autónoma organización, en el cual los pobladores indígenas practicaban sus propias dinámicas sociales y religiosas; pero esto no fue de interés para los conquistadores, porque estos tenían otros intereses más ambiciosos y mezquinos que son de conocimiento.

Durante el Virreinato la ciudad del Cusco al haber sido segregado por Real Cedula del 26 de Mayo de 1573 de la jurisdicción de la Audiencia de Charcas, y sujeta a la Audiencia de Lima, le quedaron las provincias de Abancay, Aymaraez, Cotabambas, Chilques y Masques, Lampa, Chumbivilcas, Canes y Cauches, Quispicanchis, Calca y Lares, Azángaro, Vilcabanba, Urubamba, Paucartambo y Carabaya, cuyas diócesis estaban regentadas por Clérigos encargados de cultivar espiritualmente la cabecera de doctrina y pueblos circundantes.

Cotabambas: A mediados del siglo XVI la parroquia o curato de indios y españoles estaba plenamente establecido y existía templo en todos los lugares importantes del corregimiento de Cotabambas; Quince curas pastoreaban a los naturales indígenas de la corona real, distribuidos de siguiente manera: Dos clérigos en los pueblos de Pitic y Mará, Dos clérigos en el pueblo de Haquira (01 en San Pedro de Haquira y Santiago de Cocha, 01 en San Juan de Llacchua y Santiago de Pataguasi), Un clérigo en Chacaro y Tambobamba, Un clérigo en Totorguaylla y Palcaro, Un clérigo en Guayllate, Lichivilca, Palpacachi y Corpaguasi. Los Ocho curas restantes á cumplimiento de los Quince frailes Agustinos en los pueblos de Chirirque y Chuquibamba, en los de Turpay y Mamara, en los de Totora y Oropesa, en los de Corasco y Ayreguanca, en los de Pitoguanca Coyllurqui, en San Agustín de Cotabambas y en San Juan de Totora.

En Haquira los Clérigos y colonos para catequizar y convertir a los naturales al cristianismo, edificaron cinco templos de estilo barroco. Así mismo para reprimir a los herejes e insurrectos a la corona española, construyeron el complejo carcelario “Q'aqa cárcel o cárcel de piedra” en las entrañas de un peñón de roca volcánica.

Para los indígenas conquistados el establecimiento del orden europeo significó la llegada de su Dios y sus demonios; bajo su visión religiosa, las instituciones españolas (a través del proceso de colonización) juzgaron los ritos y creencias nativas, como aspectos demoníacos que la sociedad debía perseguir. La extirpación de la idolatría fue una de las mayores prioridades en el proceso de colonización durante los siglo XVI y XVII, es así que los invasores españoles emplearon los institutos religiosos para catequizar y arraigar a los naturales indígenas a la fé católica a lo largo de la gran Cordillera Oriental ó de los Andes, en la altiplanicie y en la costa del mar Pacífico.

Pero a pesar del dominio de los invasores españoles por más de tres siglos, no fue suficiente plazo para la catequización del total de indígenas, para estudiar sus lenguas, componer catecismos, rituales instrucciones, y/o extirpar sus idolatrías y cultos; ya que no pudo borrar ni llegar hasta lo recóndito de su concepción religiosa, por lo que grupos indígenas de origen diverso continuaron practicando sus propias creencias bajo otras formas que expresaban un alto grado de asimilación del otro y su identidad. Mientras que otros grupos de indígenas abandonaron sus pueblos de origen y pasaron a vivir en pueblos lejanos o remotos lugares del ande, para evitar los maltratos de los corregidores, curas-doctrineros, caciques etc; evitar el pago de tributos elevados, el trabajo forzado y la muerte en las mitas, (mitas de cinabrio y/o azogue de Huancavelica, donde morían renegrecidos y botando sangre por la boca por acumulación del polvo o azogue en sus pulmones); para evitar morir exterminados por la peste de la viruela traído desde Europa, o simplemente huyeron para seguir practicando su ritos y creencias propias de su cosmovisión sin impedimento alguno y así crear movimientos de resistencia contra la imposición de credo y costumbres ajenas.

Por nombrar de los procesos atendidos por extirpación de idolatrías, dos de estos casos se suscitaron en la provincia de Cotabambas Cusco. El primero en el año 1596, fue la persecución del líder nativo Yanahuara en la antigua provincia Yanahuara-Pitic (actualmente provincia Cotabambas), por haber liderado el “Movimiento religioso de libertad y salvación nativista” con el objetivo de salvar y libertar al pueblo indígena.

El segundo fue el proceso incriminatorio contra el indígena Pascual H'aro en el año 1697, por los Delitos de “Idolatría y Hechicería”, diligenciados por Antonio Camargo cura propio del pueblo de Haquira, Juez Eclesiástico Comisario de la idolatría de la Provincia de Cotabambas y Don Manuel del Mollinedo, Obispo del Cusco, ejecutados en la Corte de la cárcel de piedra o Q!aqa Cárcel de Haquira. Con sentencia final de castigos físicos psicológicos, embargo de sus bienes, destierro o prisión perpetua del inculpado.

(Año 1596) - EL LIDER YANAHUARA.- El cronista Alonso Ramos Gavilán y el historiador Waldemar Espinoza Soriano sostienen que en el año de 1596 brotó un movimiento mesiánico en el pueblo de Haquira, Mara y Pitic pertenecientes a la desaparecida provincia de Yanahuara-Cusco (actualmente provincia de Cotabambas departamento de Apurímac), liderado por el caudillo Yanahuara, cuyo nombre se desconoce. Sostiene que el líder Yanahuara aseguró y pregonó ser lugarteniente del Dios andino, pues quiso restaurar el culto a las viejas huacas.

En cierta ocasión el líder Yanahuara realizó culto en la noche y en sitio apartado para no ser vistos por los españoles. Uno de ellos fue en la cima del cerro que se ubicaba entre Mara y Haquira, cuando había aproximadamente dos mil adeptos indígenas en el cerro prendieron una hoguera y después derribaron y despedazaron una cruz que estaba clavada allí, para luego quemarla y en lugar de la cruz luego erigieron un ídolo de piedra que representaba para ellos un Dios nativo de los Andes, el cual habían salvado de los extirpadores de idolatrías. (Yanahuara-pantalón negro).

El otro hecho del líder Yanahuara fue que convenció a sus oyentes, el de haber producido una lluvia con solo levantar la mano en dirección al cielo, en un día que el firmamento estaba despejado. Cesándolo con la misma facilidad con que la había provocado. Hecho que fue denunciado a un visitador de idolatrías, quien acudió al mencionado cerro, con otros españoles e indígenas evangelizados para derribar y romper al ídolo nativo y capturar al líder Yanahuara, quien a la víspera de su sentencia, escapó de la Cárcel de Haquira sin poder ser capturado de nuevo.

Es así que el corregidor Don Luis de Cárdenas quien hizo gala de sadismo y barbarie matando a una anciana indefensa e invidente al aplicarle la pena del tormento (tipos de tortura, físico y psicológico usados por el Santo Oficio) a fin de que delate los pormenores de este movimiento. Acontecimientos que tuvo como consecuencia que muchos de los seguidores de este movimiento fueron objeto de persecución, maltratos salvajes y crueles, finalmente confinados en la cárcel de piedra de Haquira.

(AÑO 1697) .- PROCESO INCRIMINATORIO SEGUIDO CONTRA "PASCUAL H'ARO" POR DELITOS DE IDOLATRÍA Y HECHICERÍA

Pascual H'aro, (50), indígena natural de Quiñota, bajo de estatura, de expresión triste y melancólica, vestido impecablemente de pantalón negro y blanco, chaqueta a cuadros y camisa blanca, hilado y tejido por sus propias manos de finos velloncinos; sombrero de oveja, chullo a cuadros blanco y negro, con su p′akis huaraca (honda de hilo) a la bandolera, alpaquero de profesión; cansado del abuso de los colonizadores españoles huye hacia las Uasxuas (puna) de la comunidad Orqontaki Haquira, estableciéndose por más de tres décadas.

Estando enferma su mujer llamada María Jácoba prepara unos Jhampis (remedios) como ninguno que pudo sanar a su mujer. Se dirige al nevado Asoca Orqontaki y desde allí invoca a los Apus (nevados) Pariaqhaca, Guacoto-Grau, Salkantay-Cusco, Ccoropuna-Arequipa y principalmente a los dos nevados Pariaqhaca y Guacoto que los tenia por Dioses y que podría sanar a su mujer. Para obligar a dichos nevados realiza un ritual; Pero primero tiende waylla (paja verde) en el suelo y encima coloca una licclla (tejido inca de lana) y luego deposita kintu (hojas de coca), sanq′o (masa pre-cocida de maíz blanco), Muyus (conchas spondilus), chicha, un carnero tierno, y a un lado una caja pequeña de madera en el que se aloja una imagen de la virgen María y San Juan. (Apu es una divinidad o Dios sagrado que puede estar en un lugar, como una montaña, una laguna, un nevado, etc.)

Postrado de rodillas implora a sus tótems que le ayudase, le diese su gracia y salud a su mujer.  Sopla a estos Apus, polvo colorado de maíz extraído de un cuenco, luego sacrifica el carnero clamando con profunda fé, “Chaskirihuay qay hurka haywakuskayta, llapay  s′onqoywan” (Dios sagrado, Madre tierra recibe esta ofrenda que te ofrezco con todo mi corazón) y que no permitiesen que su amada Jácoba muera y que lo sanasen; luego aquella noche degüella el carnero asándolo y comiéndolo; al amanecer del alba envuelve los huesos del carnero en una Unquña (tejido de lana a colores) y lo entierra en la tierra (Pachamama) para que los perros no lo comiesen por estar dicho carnero ofrendado a los Apus. Como acto final bebe chicha echándole los polvos colorados y el sanq′o.

La chicha que anestesia su espíritu, la coca que tatúa y enluta sus gruesos labios mezclada con llipta (ceniza de vegetal quemado). Pascual llora con mirada al cielo lleno de nubarrones que también deja caer algunas gotas. Aclama entre lágrimas, “Jacubacha Sonqollay manachá saquehuaytachu yuyaykusianqui", ¡Jacoba amada mía! ¡No habrás pensado en marcharte y dejarme en la soledad!; El eco contesta como quien apacigua su dolor.

Ritual que fue presenciado por sus vecinos llameros en forma asolapada, uno de ellos Lucas Huchacabana, natural de Haquira, quien amenaza a Pascual H'aro con denunciarlo por practicar hechicerías ante el Vicario don Antonio Camargo, cura propio del pueblo de Haquira, Juez Eclesiástico Comisario de la idolatrías de la provincia de Cotabambas. Como primer paso lo aprenden para apalearlo, por lo que Pascual ofrece a sus agresores plata y ganado para evitar la denuncia, pero a pesar de esto es traicionado y denunciado ante el Curaca de la comunidad don Isidro Paucar Anta, argumentando que H'aro practicaba hechicería utilizando sapos. Advertido del caso el Curaca mando inspeccionar la estancia de Haro, donde supuestamente se encontró sapos en una alacena tapada y otras evidencias de “hechicería”; interponiendo denuncia ante el Vicario de Haquira por Idolatría y hechicería.

EL JUICIO.- Don Antonio Camargo, ostentando su cargo de Juez eclesiástico comisario de la idolatría, ordena al Fiscal de la Provincia, Andrés Chávez que fuese a las punas llamadas Orqontaki para que investigase e hiciese las pesquisas respectivas de la idolatría y hechicerías cometidas y hechas por un indio llamado Pascual H'aro, examinando y citando a los testigos que convengan en lo demás y para que se proceda el juicio contra dicho indio conforme a normas establecidas. Exhortando en nombre de la iglesia al Corregidor o su Teniente General de la Provincia el apoyo de un Aguacil para la aprehensión de Pascual H'aro y el embargo de sus bienes, debiendo poniéndolo a buen recaudo al acusado en la cárcel pública de Haquira (cárcel de piedra-Qaqa carcel) mientras dure el proceso en su contra. Así lo proveía el documento firmando a continuación como testigo don Joseph de Ligarte y Juan de Loaiza vecinos principales de Haquira y el Notario Francisco Javier Sarmiento.

TESTIMONIOS.- Haquira 01 Junio 1975. Testimonio de los Autos seguidos contra Pascual H'aro sobre Delitos de Hechizeria y Idolatrías: Citado los denunciantes Lucas Huchacabana, el curaca Isidro Paucar, los testigos Felipe Chuquitoma, Diego Huamani, Miguel Guamani a la Corte de Haquira y recibida sus declaraciones mediante un intérprete de la lengua español-quechua; Lucas Huchacabana manifestó que un día yendo a recoger su ganado a la puna de Orqontaki hallo a en el camino a una india, quien al preguntarle por su enfermedad esta le contesto que Pascual H'aro lo había hechizado, ofreciéndose a ir a la casa de este para rogarle que lo deshechizara. De igual forma los testigos manifestaron que enterados de que Pascual Haro hechizaba a las personas y criaba sapos, en una ocasión fueron a buscarlo a su casa encontrando solo a su mujer, por lo que se dirigieron a un cerro llamado “Asoca” ubicándolo al lado de una “Paccha” (caída de agua) junto al ganado, donde tenía tendida en el suelo paja verde y encima un tejido conteniendo coca, cuernos de venado, una olla con chicha de maíz colorado, masa de maíz, a un lado doce sapos, bolsitas de tejido conteniendo varias piedrecitas de diferentes colores envuelta en lana y debajo de la paja dos sapos enterrados con dos granos de maíz medios tostados y dos hojas de coca tapados con una loza, lo que denunciaron ante el Curaca Anta.

CONFESION.- Pascual H'aro luego de una serie de torturas físicas y psicológicas, como la garrucha y ante la Corte Jesuita entre la cruz y la espada del tribunal de la cárcel de Haquira (Qaqa cárcel) acepta el supuesto delito terminando con confesar de dar culto a sus tótems, los nevados o Apus, Pacha Mama o madre tierra, además haber enterrado dos sapos pequeños en el mismo paraje de Paccha, echándoles maíz y coca tapándolo con una loza, siempre llamando a los cerros para que le favoreciesen en todo sus trabajos y por qué fuese en aumento sus ganados; pero negando rotundamente en todo momento tener pacto con el diablo, criar sapos y realizar hechizerias. Además confiesa que el acto de hacer las invocaciones a los a los Apus se los enseñó sus vecinos forasteros, entre ellos Diego Asquiñamca y su mujer, involucrados en el proceso. No firmando a continuación por no saber leer ni escribir.

SENTENCIA.- Concluido el proceso de juzgamiento y visto por el Señor Vicario la Causa dio por conclusa definitivamente y mando se remita estos expediente a la Notaria Episcopal de la ciudad del Cusco, donde el Doctor Don Manuel del Mollinedo y Angulo Obispo del Cusco, imponiendo el control centralista y personalista en su diócesis, sentenció y dictamino el castigo físico y psicológico de Pascual H'aro; de "Cien azotes en la plaza de San Pedro de Haquira, exhibiéndolo por las calles y plazas del pueblo, semidesnudo del dorso hacia arriba, puesto en la cabeza con una corona de Rey, en el que la voz de un pregonero en el idioma de los naturales (Runa simi-Quechua) publique su delito como una vergüenza ante los ojos de Dios" (Dios de los blancos). Así mismo condena a dos años de trabajo forzado, el embargo de sus bienes dejando como depositario al indígena Felipe Choquetuma (su vecino denunciante), el pago de los gastos del proceso por los derechos y asistencia del Vicario, Dr. Don Antonio Camargo, por los derechos del Notario mayor Fiscal Andrés de Chávez, al notario Francisco Javier Sarmiento y finalmente el destierro perpetuo.…//// Cusco 04 de Julio de 1697.- rubricado - Manuel de Mollinedo Obispo del Cusco.- rubricado, Icensio de Horosco Notario.

EPILOGO
Los discursos religiosos pueden ser utilizados en doble vía: como elemento de resistencia de los más débiles y como instrumento de dominación de los más fuertes, en este caso los hechos suscitados en la provincia de Cotabambas permite a los grupos étnicos resistir al orden social y espiritual impuesto por los conquistadores españoles manteniendo su identidad. En razón que estos pueblos son los que han concebido solamente su idolatría como producto de su cosmovisión, en el área donde se desarrollan erigiendo ofrendas, en rituales consistente en macabras y extrañas ceremonias. Sea de importancia para aquellos estudiosos de las ciencias sociales, antropológicas, que mejor conocen la auténtica realidad de los pueblos andinos, que a veces son ignorados por algunos escépticos que no valoran este patrimonio.

Respecto al proceso contra Pascual H'aro por el Delito de Hechicería e Idolatría, se puede deducir que las acciones de denuncia entre nativos se inician por discrepancias económicas que siempre a existido y existe por tierras y agua que los hacen enemigos, motivo por el cual denuncian a Pascual H'aro, al parecer con falsos testimonios, más aún, según H'aro, ellos también eran idólatras y conocían las actividades del acusado y sus ritos, finalmente terminando con la vida de este en la oscuras y aterrantes celdas de la cárcel de Haquira, so pretexto del destierro.

Por otra parte la narración didáctica hecha por el suscrito sobre el Proceso incriminatorio contra Pascual H'aro, procede de un documento de investigación realizada por personas entendidas en ciencias sociales de la Decana Universidad Mayor de San Marcos que obra en los archivos de la Curia del Arzobispado del Cusco; y al analizar el presente documento se puede deducir que estos hechos si sucedieron, ya que en la actualidad aún se practica estos rituales de la misma forma cómo se practicaba hace más de tres siglos atrás.

Nota: (El manuscrito del archivo original, del Proceso contra Pascual H'aro, obra en la Curia del Arzobispado del Cusco)
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Abrir el Archivo incriminatorio en el libro




Bibliografía: Nuestra señora de Copacabana-Alonso Ramos Gavilán, Historia del Perú-Espinoza soriano Waldemar, Historia de la conquista del Perú-Williams H. Prescot, Historia del Perú independiente-Mariano Paz Soldán, Extirpación de la idolatría en el Perú-Arriaga, Juicio de limites entre Perú y Bolivia-Víctor Maurtua (abogado plenipotenciario episcopal del Perú).

1 comentario:

CONTRANOTICIAS dijo...

Estimado sr arredondo me da gusto leer asuntos reales y concretos y eso lo he encontrado en su blok, sobre la historia de la provincia de Grau a la cual pertenesco y donde no he encontrado, la historia real del pueblo de donde provengo y cada dia busco informacion respecto a ella. y su informacion me ha sido de mucha utilidad y servira para poder hacer conocer la historia real de la provincia de grau, a la generaciones venideras y de esa manera sepan que rumbo tomar en la historia.
respecto a su comentario sobre la fatal, triste y pauperrima historia de sendero luminoso en el peru o el partido comunista o cualquier nombre con que se denominen esos grupos subversivos mi persona sufrio en carne propia el trsite desenlace como muchos de esas regiones olvidadas y eso hace que tome ahora una refleccion
"EL PARTIDO COMUNISTA PERUANO NUNCA FUE PERUANO JAMAS VA SERLO ES UNA IDEA HECHA PARA DEBILITAR LOS ESTADOS EN PLENO DESARROLLO ES POR ESO QUE PUEBLOS INMENSOS MIGRARON A LAS CIUDADES BUSCANDO REFUGIO DEJANDO DESPOBLADOS ZONAS FERTILES DE DESARROLLO Y ESO ESTA ESCRITO Y DESARROLLADO INTELIGENTEMENTE POR LOS GRANDES ESTADOA AHORA CASI DUEÑOS DEL MUNDO SOLO IMAGINA AKIRA TU TIERRA PERTENECERA A LAS BAMBAS Y LAS BAMBAS DE DONDE SON QUIENES SON UN SALUDO ESPERO QUE PUEDA LLEER ESTE COMETARIO Y PODAMOS COMUNICARNOS ESTARE DE REGRESO A LA TIERRA DENTRO DE ALGUNOS AÑOS ASTA PROTO ATTE W. H