Escribe: Anibal Arredondo
Escribo para ustedes amigos taurinos, especialmente para mis
compatriotas peruanos, porque de esta patria nacen dos grandes promesas del arte taurino; Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós, de veinte y veintidós años respectivamente.
Nacidos en Lima.
La comentarista Patricia
Navarro dice de Roca Rey, “Es la sabia nueva, que se necesita en el
toreo, la sangre suele ser el aval de su
triunfo, por esa capacidad infinita, tremebunda, en ocasiones de jugar los
muslos sin la menor intención de rectificar. Roca torea sin el cuerpo, se
olvida de él “.
Yo digo, que Roca Rey quiere el poder, como debe ser, y torea con
el alma. Muchas figuras empezaron con ese objetivo, espero que lo mantenga.
Confieso mi pasión por los
toros, y algo se de ello, y por eso no me he perdido ninguna corrida de la feria
de San Isidro en este año. Treintaicuatro corridas donde alternan toreros de
gran prestigio, porque “Las Ventas”, abren solamente sus puertas a quien merece
torear en esta Monumental como si rindieran un
riguroso examen para alcanzar el éxito.
El 24 de mayo, vi a Roca Rey, vestido de verde botella y oro,
torear un bravo negro bragado con todos sus matices, ahí el
toro se entregó con una codicia y transmisión tremenda y Roca cumplía el sueño
del toreo. Por eso vienen miles de aficionados y otros tantos de
espectadores a verlo.
En esa corrida Roca Rey,
brinda su montera al rey Juan Carlos, se nota la presencia del novel peruano Mario
Vargas Llosa y una bandera peruana que juega con el viento de la tarde.
Un toro de la ganadería de
Juan Pedro Domeq, sale entregado, Roca recibe por alto al toro, se planta firme
en la arena, le muestra el engaño con una chicuelina, y el toro muestra una
nobleza desconocida, de tal forma que brotó una tanda de hermosos naturales que
humilló al bravío, fijó un largo y hondo
muletazo que caló en los tendidos.
Roca más valeroso y decidido
en el mismo lugar desbordo grandeza, finalmente una estocada en buen sitio en
la hora suprema permitía pasear una oreja. Fue una faena de expresión de valor
de toreo de verdad, suficiencia y ansia de poder, fue la transmisión de un
espíritu joven entregado e ilusionado por el triunfo.
El año pasado Roca Rey tuvo la suerte de salir en hombros por
la puerta principal de esta plaza de
las Ventas y que pocos pueden hacerlo, y en la feria de Sevilla “La Real
Maestranza”, obtiene el ansiado premio de dos orejas.
Este jueves primero de
junio acaba de consagrarse en” Las
Ventas”, otro torero peruano; Joaquín Galdós, que confirma alternativa con
sus padrinos Manzanares y Rivera, y que
en un acto de valor recibió a un negro
de filudos y abiertos pitones, capoteo pegado , y finalizado el tercio de
muletas, mató al trapío en una certera estocada. El público ovaciono y sacó pañuelos blancos solicitados
a la presidencia el premio de una oreja
y la obtuvo merecidamente.
Madrid Junio del 2017
No hay comentarios.:
Publicar un comentario