Escribe: Aníbal Arredondo
Décadas han pasado desde que he migrado de Haquira, mi viejo pueblo al que posiblemente no regresaré nunca y he querido recordar y escribir brevemente su pasado.
Haquira tiene varios episodios de vida, en la línea temporal de su historia, y trataré de narrar, sin valorarla equivocadamente menos llegar al chauvinismo.
Un pueblo es una naturaleza viva, y a esto no se puede contradecir. El principio básico de la vida de un pueblo es el de compartir las aptitudes y las actividades de sus habitantes con la naturaleza del lugar. De mis vivencias en Haquira vienen los recuerdos, los pensamientos, y los sueños de un lejano pasado.
Haquira había nacido sobre lavas volcánicas (sillar) de posibles sismos de hace millones de años.
El libro "Coster" en su código 15-997269, dice: Que Haquira, esta listada como un grupo de piedras en la llanura cercana al camino a Alka. El significado de su nombre "Haquira" etimológicamente, que yo sepa, no se ha podido descifrar, y sigue perdida en el ostracismo.
La consolidación de la conquista y colonización de América por los españoles; es el periodo de tiempo, en el que se fundan muchos pueblos del interior del Perú. Haquira es fundada, el dos de enero de 1708-a 3520 m.s.n.m., durante la monarquía de Carlos V. Esto se evidencia con el gravado en la campaña mayor del templo de San Pedro, en el que hay referencia a la donación de un ¨Arredondo¨, y este Arredondo, debe haber sido algún indiano aventurero que fue hasta Haquira posiblemente de la zona de Santander en España. (Indiano: aventurero español que fue a América del Sur en busca de fortuna y regresa a España rico y para con su fortuna beneficiar a su pueblo)
Desde la fecha de su fundación, Haquira vive bajo el dominio colonial, por ser un territorio eminentemente minero, sufriendo la barbarie de los conquistadores y frailes jesuitas, que aparentaban ser inofensivos, pero sin duda la inconciencia y la ambición, al encontrar una. Inagotable fuente de riqueza, comenzaron a explorar y explotar los yacimientos, Cristo Rey, Cristo de los Andes, Exploración Anyo, Yurac mayu, Osccollo, y otros de menor importancia.
Hay una teoría que plantea que el idioma quechua único de ese sector, evolucionó como un medio de compartir información sobre el mundo que les rodeaba durante la permanencia de los conquistadores.
Haquira en esa época, era un pueblo noble, con sus leyendas y sus dioses, pero al igual que todos los pueblos conquistados admitió convivir sin violencia con los invasores. Sus raíces son profundas, y están firmemente asentadas en tierras Cotabambinas de Apurímac en el Sur del Perú. El Sol, el viento y el silencio son dueños de esa excelente geografía, bajo una montaña llana sin ningún farallón, donde la luz solar muere al cerrar el día (Intitiyancca)
La geografía de Haquira se extiende paralelamente con la provincia cusqueña de Chumbivilcas, por el otro punto cardinal, con el distrito de Mara, en pequeña extensión; y con la provincia de Antabamba. Esta demarcación le da una forma rectangular estrecha en su ancho, apiñada por los Andes.
Como el mundo cambia constantemente y la humanidad evoluciona, al llegar la Republica, también Haquira es parte del Perú libre. En esa libertad, nunca llegó a la apatía, siguió siendo un pueblo fuerte, trabajador, con tendencia al comercio y siguió manteniendo el bienestar que lo caracterizó siempre. Por eso sus habitantes siempre han sido generosos. ¿Por qué entonces debían ofrecer cuanto podían al primer desconocido, caminante, viajante, empleados de Estado, antropólogos, mineros, etc., si luego no correspondían de igual modo a sus favorecedores, aunque solo sea con un gracias?
Quedaban rasgos de su época del coloniaje; las antiguas casonas, que en fila formaban calles rectas, anchas y empedradas; en los dinteles de los portones principales llevaban el escudo español correspondiente tallado en sillar. Pero posteriormente como actos de venganza y odio a los opresores muchos se equivocaron y destruyeron evidencias valiosas, que hoy en día hubieran ayudado al turismo que actualmente tiene por la cárcel tallada en roca.
En Haquira quedó el cristianismo. Los fieles profesan su culto a su manera, con sus leyendas, mitos, sus dioses, su paganismo, pese a que siempre hubo un guía espiritual, un cura presbítero amigo del pueblo que había consagrado a Dios su vida. Pero tampoco los curas eran angelitos aprovechaban que Dios pegue su siesta e infringían en cumplir los mandamientos de Dios que por lo menos ellos deberían respetar.
En una percepción de alegría, en un orden de conexión de ideas inspiradas en el arte, en Haquira cultivan un folclore genuino siempre aproximado a su pureza, sin piratear, ni vulnerar o quitar la belleza de inspiraciones ajenas. Sus huaynos tienen contenidos de amor, tristeza, inspirados en la filosofía del pueblo, lo ejecutan cantautores, conjuntos musicales del lugar. La música carnavalesca, tiene un género diferente, a la que cultivan en los pueblos cercanos de la misma región de Apurímac.
No sabemos a qué siglo pertenece el inicio de la feria dominical, abastecedor de las necesidades del pueblo. Los domingos días de negocio, intercambio de productos traídos de las ciudades de Arequipa y Cusco. En el curso del río Trapiche muy cerca del pueblo existían varios molinos de piedra, movidos por sus aguas, que siempre van moliendo. Si hay molinos hay trigo y pan, el pan Moreno, el pan cholo infaltable en mesas cortas y largas.
Cuánto te recuerdo viejo pueblo. Ahora tengo otras experiencias de las pocas y muchas cosas que se obtienen en el paso de los años- ¡Si te contara no terminaría nunca ¡-pero siempre tengo una nostalgia porque en tus entrañas quedan los restos de mis padres, hermanos y no tengo a nadie que les ponga una flor, o les dedique una oración. En fin, los muertos no hablan, el cielo los cuidara y los vastos vientos levantaran sus cenizas.
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