14/12/08

San Andrés, Patrón de los Alpaqueros Indigenas de Haquira

Escribe: Aníbal Arredondo A.

"La tierra es vida y la Pachamama es nuestra madre, son los nevados, montes, valles, ríos y lagunas que se identifican con nuestra existencia, que nos proveen de medios de vida". Es el patrimonio heredado de nuestros antepasados y que estamos obligados a dejar a nuestras generaciones futuras. "No mas contaminación, la Pachamama (Madre tierra) esta sangrando . . . . . . ."

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La concepción andina de la crianza de Alpacas

- Cuando las altas montañas como el Orqontaki, Atansile y el Surimana y otros colosos que sirven de limites naturales al Distrito de Haquira Cotabambas, con sus vecinas Antabamba (Apurimac) y Chumbibilcas (Cusco) lucían sus lumínicos nevados perpetuos, cuyos glaciares soltaban sus aguas en riachuelos ariscos a las pampas y quebradas formando lagunas, rios y pantanos, manteniendo verdes y frescos a la Sora, Kunkuma, Sarasara, etc. Alimento básico para cientos de alpacas que poblaban el piso ecológico más alto de este distrito.

Ahora con el calentamiento global irreversible; éstos pétreos blancos vienen convirtiéndose en picachos rocosos y oscuros, como si estuvieran obligados a enlutarse por quienes vienen causando este daño universal. Han perdido su belleza y vienen dejando de proteger a la vida ecológica.

.Las nevadas se han alejado, ya no quieren permanecer sobre las montañas donde se petrificaban desafiando al padre sol, están resentidas y no volverán mas. Cuando llega el estío época de lluvias en los andes, el cielo desata su ira con relámpagos y granizos pasajeros creando huaicos arrasando con todo lo que encuentra en su camino.

Los alpaqueros indígenas piden a sus AUQUIS (dioses) que vuelva la nevada, por que según ellos cuando hay nevada la fibra de las lanas crece, suave, abundante y fino; y cuando esto no sucede y sólo llueve, los velloncinos que cubren al animal se deterioran terminando en fibras toscas y débiles bajando su calidad y desde luego su precio.

También certifican que los pastos altos no son apropiados para esta cria, por que permiten que desarrollen inapropiadamente la dentadura del auquénido, causándoles dificultad al masticar, desde luego la perdida de peso y luego la muerte, por eso recomiendan los pastos rastreros como KUNKUMA y otros de esa especie a más de ser un excelente alimento, controlan el crecimiento dental.

El alpaquero indígena desde sus abuelos quechuas organiza sus majadas en la siguiente forma:

1.- Las “HUACHACC”. paridoras ( hembras reproductoras)
 
2.- Las TUIS, hembras improductivas o machorras, preferidas para la época de saca aprovechando las heladas y conservarlas su carne en charqui.
 
3.- Los CUCHOS, de cero a un año de vida sin distinción de sexo; cumplido este tiempo las hembras engrosarán la tropa de reproductoras y los machos a la tropa de PACCOORCCOS (machos adultos).
 
4.- Los PACCOORCCOS, tropa de machos adultos confinados a arenales ásperos y hasta violentos geográficamente alejados de la hembras, recontados cada semana a más, por “Llamichos” o pastores quienes verifican su conformidad o algunas bajas producidas por los zorros y muchas veces por pumas.

5.-Los JAIÑACHUS (machos escogidos por el color, clase de lanas, y algunas formas genéticas), incluidas entre las hembras para la reproducción en numero de acuerdo a la cantidad de hembras, éstos pueden ser renovables según su comportamiento sexual.

Ahora pasemos el titulo de este comentario "SAN ANDRÉS".. El indio alpaquero en su cosmovisión no concibe quien es San Andrés, ignoran de su trayectoria católica en épocas lejanas; solo saben que es protector, defensor de sus alpacas al igual que sus dioses tutelares o telúricos. Pero si, anualmente en el aniversario del Santo le festejan para recordarle y obligarle que no se olvide de su responsabilidad de proteger a su animales que, por algo van gastar en coca, alcohol, etc. etc. Al ofrecerle esta fiesta prácticamente un chantaje.
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Yo creo que Andrés no, de oídos a esto pero se sentirá mal al ver lo interesados que son los indígenas alpaqueros. Pero también esta fiesta servirá para desahogar sus dolores permanentes, su marginación, recuerdos, cicatrices de heridas causadas por los gamonalillos, o autoridades pueblerinas que se aprovechan de su ignorancia, el olvido del Estado, por que para ellos nunca ha “chorreado” beneficio alguno, si no mas bien cada vez mas son mas pobres, menos ha llegado la esperanza que algún día lleguen a saber escribir y leer y convivir con el mundo actual; eso solo es un sueño por que allí nunca llegaran las PC. Tan comentadas “Laptop”.

Fatigados preparan la fiesta, comprometen al ALTO MISAYOC o brujo de la comarca, invitan a sus vecinos, semana antes preparan chicha de chuño mezclada con maíz, el comisionado llegó con precisión del pueblo portando sendas latas de alcohol etílico para ser mezclado con agua pura del arroyo y la altura se encargue de bajarla el kilate, panes morenos, pocas galletas, y frutas pequeñas para hacerle los collares para las crías bebés. El llamo mas gordo había sido designado para el banquete, todos alegres hombres, mujeres y niños, con sus ropas de fiesta a todo color adornados con botones y reatillos en sus sombreros; hasta en los lanudos perros se nota la alegría por que tendrán mucho hueso que roer.

El brujo calienta entre sus manos calludas un puñado de sebo y moldea a “San Andrés”, lo pone a la cabecera del pago que ofrecerán al Santo, sobre coloridas Lliccllas de Pallay (tejidos o manta multicolor) muchas coca, sebo de todos los animales, incienso, claveles, hojas de maíz etc. Pero también está presente “EL ILLA” de las alpacas (ídolo en piedra). Entre trago y trago los asistentes dejan su mutismo, cantan y bailan al compás del Pinkullo eólico (quena o instrumento de viento), un tamborcito y unas esquilas o campanillas de bronce bullangueras.

.De rato en rato gritan “JAMPULLACHUN JAMPULLACHUN" …(Que venga, que venga) las alpacas de tal propiedad o cual propiedad a integrarse a las nuestras, y el resto responden en coro “ Jampullachun, Jampullachun.

Viene el medio día alumbrado por un sol frió tenue por que se encapota el cielo y amenaza la tormenta; pero al viento que silva y se estrella en los peñascos le gusta la música que emite el PINKULLO, y se detiene un rato para escucharla. ¡Que buena comida!, todos satisfechos, luego proceden a quemar el PAGO, en bosta ardiente en solemne acto. El brujo lee en las llamas de la fogata y pronostica el bienestar de los animales, habrá procreación, pero advierte que hay que cuidarlas mucho de los hombres fuera de Ley que vienen acechando. Con estas noticias, alegres y borrachos llaman a los Apus espíritus, porque según ellos Los animales y plantas (silvestres y domésticas), y dentro de ellas las alpacas y las llamas, no son propiedad del hombre. Son animales y plantas transitoriamente prestados por las deidades (Apu, Pachamama), para que la comunidad andina pueda sostener sobriamente su existencia en el kay pacha, en este mundo. Por tanto, el criador andino, no se considera como amo absoluto y propietario de los bienes y servicios, y al amargar a estos Auquis (Dioses) el ganado desaparecerá como la neblina que se lleva el viento.

Bailando toscamente, chocándose entre ellos ingresan a los corrales o canchones donde están las alpacas en ayuno, separadas machos y hembras; tratan de coger una y otra alpaca bebé, para adornarlas con collares de manzanas y duraznos traídos de algún valle interandino. Luego viene al cerrar la noche el “CHARCCOY” (mezclar, juntar), para el cual en un tercer corral juntan la tropa de PACCOORCCOS machos aguantados del contacto con las hembras haciendo un festín sexual, los llameros hacen parodia de este exceso sexual de los animales cogiendo indistintamente a cualquier mujer sean dueños de casa o visitantes. ¡dejo a su imaginación lo acontecido!. Al día siguiente reunidos después de la orgía curan la resaca con trago y comida picante acompañada de “UMAN KUSA” (Asado de cabeza de llamo cocida bajo tierra) como si nada hubiera pasado, por que según ellos en estas fiesta promiscua nadie pertenece a nadie en el día de San Andrés, desde luego no existen celos que ocasiones líos dando conformidad a lo que pasó.

Epilogo:

Concluido este relato sobre San Andrés, Patrón de los Alpaqueros Indígenas de Haquira, se llega a la conclusión de que el hombre andino durante su existencia siempre ha vivido en completa armonía con la naturaleza, con sus leyes y sus ciclos ecológicos, extendidos por toda la superficie terrestre, respirando aire puro y aprovechando todas las fuerzas naturales: el sol, el viento, las desigualdades del terreno y las fuerzas de las aguas pluviales. Pero los modernos estilos de vida han hecho que se rompan este equilibrio entre la naturaleza y el hombre, llevándonos a una situación irreversible y destrucción del planeta.  .

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