TEMA ESCRITO POR: Carlos Arredondo G.
.Haquira 1922-1924, En los distritos de Haquira y Quiñota pertenecientes a los Dptos de Cotabambas Apurimac y Chumbibilcas Cusco, los indígenas se declaran en lucha abierta contra los Tayta Llactas o hacendados blancos en defensa de sus “bienes y personas”, acciones de lucha que dan lugar a que los hacendados los acusen de “motín, asonada, levantamiento y homicidios” bajo cuya cobertura legal realizan acciones de represión diseminando la población indígena de ambos distritos.
Se calcula que hacia mediados del siglo XVII en Haquira se arraigo la hacienda, los primeros hacendados en establecerse fueron los jesuitas, corregidores, caciques, en base a las donaciones, reparticiones y composiciones de tierras y habitantes que tenía lugar periódicamente, tanto para efectos de tributo y mitas.
Señalando que para 1864 en el distrito de Haquira y Quiñota existía un total de 30 haciendas dedicadas en su mayoría a la crianza ganadera de camélidos, ovinos y vacunos, secundariamente sembraban papa para la elaboración de moraya y chuño (papa deshidratada). Por este carácter de la economía de haciendas ganaderas se explica la escasa población de Hacienda-runas (trabajadores de la hacienda), en el censo de 1940 Haquira tenía 07 haciendas con una población de 85 personas sobre un total de 6,690 habitantes entre indígenas y blancos y en Quiñota de una población de 5960 habitantes 1200 estaban repartidos en las 23 haciendas.
Se calcula que hacia mediados del siglo XVII en Haquira se arraigo la hacienda, los primeros hacendados en establecerse fueron los jesuitas, corregidores, caciques, en base a las donaciones, reparticiones y composiciones de tierras y habitantes que tenía lugar periódicamente, tanto para efectos de tributo y mitas.
Señalando que para 1864 en el distrito de Haquira y Quiñota existía un total de 30 haciendas dedicadas en su mayoría a la crianza ganadera de camélidos, ovinos y vacunos, secundariamente sembraban papa para la elaboración de moraya y chuño (papa deshidratada). Por este carácter de la economía de haciendas ganaderas se explica la escasa población de Hacienda-runas (trabajadores de la hacienda), en el censo de 1940 Haquira tenía 07 haciendas con una población de 85 personas sobre un total de 6,690 habitantes entre indígenas y blancos y en Quiñota de una población de 5960 habitantes 1200 estaban repartidos en las 23 haciendas.
HACIENDAS: HAQUIRA Challhuapuccyo, Orkontaki, Luycho Acobamba, Asirhuiri, Piscocalla (Arredondo(s).- Osqollo (A. Lovon).- QUIÑOTA Ccota Ccota, Ccara Chipalca (V. Berbeño).- Qolquepata, Ranrapata (A. Negron).- GRAU Choaquere, Chalhuahuacho (E. Gomez).- Trapiche, Cotabambas Auraria, Record (R. Gutierrez), Chuiquni(Barcena).
Estas haciendas transportaban sus productos en especial la lana de alpaca y ovino hacia las ciudades de Cusco, Arequipa y Bolivia utilizando piaras de mulas y la red de caminos Inca o Cápac-Ñan, para luego comercializarlo con casas exportadoras y en las diferentes ferias patronales.
Los hacendados ocupaban todo puesto de administración pública, eclesiástica, cargos claves como la Gubernatura, Alcaldía, a partir de donde nombraban Agentes Municipales, Sindico de rentas y de pastos, personas que les eran fieles a sus intereses lo que daba lugar a constantes quejas, esto se daba a nivel de anexos, como a nivel provincial. En cuanto a Haquira los blancos hicieron de la alcaldía un cargo hereditario del que se valían para consolidar y acrecentar su riqueza, recolectando ganado a precios ilícitos y a base de pretextos tales como cuotas para el aniversario patrio, alumbrado para la cárcel etc.
Respecto a la educación, existía solo educación primaria, el profesorado estaba ocupado por los parientes de los hacendados y vecinos principales. Solo había escuela en la capital de distrito para los hijos de los mestizos y vecinos principales.
De tal forma que el sistema de hacienda se remonta a la colonia, ubicándose en la institución dominante y como tal los hacendados como el sector social más dominante, los mismos que extendían sus propiedades mediante diferentes argucias como la compra fraudulenta y la expropiación de facto de los terrenos que estaban en los linderos de sus fundos al destruir los mojones o marcas que delimitaban los terrenos, pues no había mapas ni mediciones de su propiedad, otra forma de apropiarse era usurpando terrenos de indígenas de los distritos vecinos lo que motivaba peleas incluso con muerte de campesinos indígenas; los Agentes Municipales indígenas solían quejarse de estos abusos ante las autoridades de su provincia, pero eran coaccionados por los mestizos y finalmente no se daba solución al asunto por no ser de su jurisdicción o tardaban años.
El periodo republicano y más concretamente el proceso de la independización no tuvo mayores incidencias sobre la forma de tenencia de la tierra, ni la forma de explotación, a pesar de la dación y existencia de ciertos decretos que amparaban al campesino y las comunidades (Bolívar 1825-1826, La Mar 1829); mas al contrario se extienden y cohesionan más aun las haciendas, debido a que los intereses y la toma de decisiones era de un gobierno de corte constitucional Republicano que tenía sus representantes en Apurimac, con intereses bien definidos.
Respecto a la educación, existía solo educación primaria, el profesorado estaba ocupado por los parientes de los hacendados y vecinos principales. Solo había escuela en la capital de distrito para los hijos de los mestizos y vecinos principales.
De tal forma que el sistema de hacienda se remonta a la colonia, ubicándose en la institución dominante y como tal los hacendados como el sector social más dominante, los mismos que extendían sus propiedades mediante diferentes argucias como la compra fraudulenta y la expropiación de facto de los terrenos que estaban en los linderos de sus fundos al destruir los mojones o marcas que delimitaban los terrenos, pues no había mapas ni mediciones de su propiedad, otra forma de apropiarse era usurpando terrenos de indígenas de los distritos vecinos lo que motivaba peleas incluso con muerte de campesinos indígenas; los Agentes Municipales indígenas solían quejarse de estos abusos ante las autoridades de su provincia, pero eran coaccionados por los mestizos y finalmente no se daba solución al asunto por no ser de su jurisdicción o tardaban años.
El periodo republicano y más concretamente el proceso de la independización no tuvo mayores incidencias sobre la forma de tenencia de la tierra, ni la forma de explotación, a pesar de la dación y existencia de ciertos decretos que amparaban al campesino y las comunidades (Bolívar 1825-1826, La Mar 1829); mas al contrario se extienden y cohesionan más aun las haciendas, debido a que los intereses y la toma de decisiones era de un gobierno de corte constitucional Republicano que tenía sus representantes en Apurimac, con intereses bien definidos.
Por su parte las comunidades o Ayllus son predominantemente ganaderos y en la época del levantamiento dominaban las siguientes instancias. CHEQAQ-PUNA: el ámbito donde se cría alpacas y llamas. PUNAS: donde se siembra papa amarga y se cría ovinos. QUESWA: para el cultivo de maíz, trigo y hortalizas. Últimamente estos Ayllus reducidos generalmente a ámbitos de puna y cheqaq-puna. El ingreso monetario principal provenía de la venta de lana, carne seca, lácteos en los mercados del Cusco y Arequipa.
La relación entre hacienda y comunidad en Haquira se daba principalmente mediante la utilización de mano de obra de las comunidades por parte de la hacienda y la utilización de pastizales de las haciendas por parte de los comuneros que creaba los siguientes lazos. EL PASTOREO: los hacendados dejaban sus rebaños al cuidado de determinadas familias de pastores bajo su entera responsabilidad a cambio del yerbaje de sus animales. El PONGAJE: Un mes al año los comuneros de los ayllus entraban a la hacienda a cumplir diversos trabajos. El ARRIAJE: Los comuneros tenían que cargar en sus propias acémilas y las del hacendado los cargamentos de lana, transportándolos desde la casa del hacendado hasta su destino final por salarios irrisorios. Además de esto existían otras formas de explotación como Los Avios y el Reparto.
En consecuencia este tipo de relación entre las Haciendas y comunidad afectaban principalmente a los comuneros ricos de habla bilingüe y leídos y a algunos vecinos principales, quienes tenían suficientes animales, productos, lana y otros para dar en pago de yerbaje al hacendado y vender sus productos a los comerciantes del Cusco y Arequipa. Por lo que el hacendado era una amenaza para sus intereses económicos por ser una competencia en el mercado de precios, puesto que estos introdujeron en algunas haciendas ganado vacuno, ovino, caballar, camélido mejorado de raza. Por consiguiente estos comuneros ricos y otros son los que promueven y solventan el coste de la rebelión aglutinando líderes indígenas, comuneros e indígenas hacienda runas.
LOS LIDERES DEL MOVIMIENTO
Entre los lideres del movimiento indígena se pueden distinguir a tres grupos. LIDERES ANCIANOS O KURAKARUNAS: Francisco Yaquis, Leandro Gómez y otros, analfabetos, monolingües quechuas; el primero de los cuales muere en la cárcel de Santo Tomas (Chumbibilcas Cusco) a raíz de las torturas que le hicieran. Este grupo de lideres son los que ejercen como autoridades en los cargos de Agente Municipal, Tenientes Gobernadores, su actividad es la defensa de la autonomía comunal y de los derechos de los comuneros, hacen cumplir los acuerdos y regulan la vida de la comunidad, murieron la mayoría en manos de los agresores y el resto por las trágicas condiciones de la huida. LIDERES ALFABETOS: Entre los que destaca “Esteban Wilcapacco”, el apodado “Wamancha” (Halcón Joven) Haquireño de habla bilingüe, quechua-castellano; dejado por sus padres como sirviente en la casa de un tinterillo de Tambobamba aprende a leer y escribir sobre temas de Constitución Peruana y Leyes del Código Penal. Ya joven regresa a su comunidad, prospera económicamente y a la edad de 40 años es quien dirige, redacta y es nombrado en la comisión para entregar un pliego de reclamos y petición de garantías contra los hacendados de Haquira ante el presidente Leguía. Así mismo se puede nombrar a otros líderes también Alfabetos quienes tomaron rol activo durante el levantamiento como Faustino Mendoza (37), Crisóstomo Molina, (40) natural de Quiñota, José Loayza, este último torturado en la cárcel de Haquira por enseñar a leer y escribir a los indígenas. LIDERES DE GRUPOS ARMADOS: el más representativo es Fernando Sá, quien comanda un grupo de 30 hombres jóvenes o más, quienes realizan incursiones a las haciendas de la zona para rescatar ganado. Este grupo estaba armado con escopetas, carabinas, liwis, huaracas y eran diestros en el manejo de caballos..
LOS HECHOS
En el Distrito de Haquira, las comunidades o Ayllus de Haquira Ccayau, Huanca, Markalla y Huista Mocana, en la plaza de central realizan al mando de su Líder “Wamancha” y otros, varias asambleas con la presencia de Personeros, Tenientes Gobernadores y Agentes Municipales indígenas de los anexos de Patahuasi, Lacchua y Ccocha, sus acuerdos principales son la defensa de los terrenos que paulatinamente están siendo posesionados por los Llacta Taytas, la prohibición a todos los miembros de la comunidad de pagar impuestos a la recaudadora, la libre comercialización de lana, la defensa de su cultura, el derecho de tener sus autoridades “Runas” y de mantener sus costumbres, la defensa de la tierra, y la defensa del ganado. Acuerdos que ponen en práctica en las distintas estancias.
En Febrero del 1922 el día 15, el grupo armado dirigidos por Fernando Sá, Pablo Pilares y Mallco atacan el fundo Iraccolcca pampa Ccotaccota Quiñota-Chumbibilcas Cusco de propiedad del Hacendado Carlos Berbeño, del que arrean caballos, tomando como rehén a un pastor apellidado Pumacondori manteniéndolo preso en una casucha de Peccoy-Llacchua (anexo de Haquira) de propiedad de Sá durante tres días, lo torturan y acusan haber robado sus ganados. Enterado de este hecho Carlos Berbeño. Interpone queja a las autoridades de Quiñota, pero estos no pueden intervenir por estar en jurisdicción de Haquira, por lo que ofician a Haquira y el Gobernador Victor García y tres gendarmes se dirigen al lugar del hecho, conduciéndolo al rehén hacia Quiñota, por lo que Sá y un grupo de 20 indígenas armados con carabinas y liwis tratan de impedir dando alcance en la frontera con Quiñota. Pero en el lugar esperan Carlos Berbeño con hombres armados de rifles, produciéndose un tiroteo confuso entre ambos bandos donde muere un gendarme, Sá y sus hombres no se atreven a entrar en territorio de Quiñota y dejan marchar al detenido. A consecuencia de este hecho los siguientes días Fernando Sá y los Kurakas de los indígenas de Haquira y Quiñota son perseguidos por la justicia.
El ser perseguidos por la justicia y los blancos a de llevar a los indígenas a nombrar una comisión que viaje a Lima solicitando garantías al Gobierno de Leguia y la vez llevar un petitorio para que se les devuelva los terrenos comunales usurpados por el hacendado A. Lovon de Haquira y otros, para cumplir dicha misión designan a Wamancha y Martín Sullo, este ultimo guarda el papel, para mayor seguridad. Ya que Wamancha era conocido como líder de los indígenas, filtrándose la información por intermedio de un sirviente del hacendado A. Lovon principal afectado en el reclamo, quien solicita el apoyo del Gobernador de Haquira Arredondo, para persuadir y ordenar al Comisario de Haquira Gregorio Arispe, a fin de formar una comisión al mando de A. Lovon con el fin de capturar a Wamancha que radica en la comunidad Osqollo Huista Moccana. Comisión que es integrada por los vecinos principales Marcial Cabrera y Manuel Sagi, el ex licenciado Manuel Condori, dos peones de Lovon Pedro Yanque y Julian Jaramillo.
Ya no es para soportar tantas inquietudes que con nosotros cometen los citado hacendado de Haquira y Quiñota ….no es posible que subsista este estado de cosas que a la larga, si no se remedia, tiene que rematar en medidas sangrientas, tal vez, que tomemos en resguardo de nuestros bienes y personas”… ya no tenemos donde hacer nuestros sembrios, ya no tenemos donde pastar nuestros ganados, y estamos a abandonar nuestras casas en las que hemos vivido desde nuestros antepasados , puesto que estos hacendados nos han quitado nuestro terrenos. . . . (solicitud de garantias presentada al Presidente Leguia)
Esta comisión llega al amanecer a la casa de Wamancha aun cuando dormía con su familia, ingresando cual fieras salvaje y pisoteando una criatura (hijo de Wamancha) que dormía en el suelo, luego prosiguieron a apresarlo y mancornarlo exigiendo entregar el papel de reclamo colectivo firmado por este, conduciéndolo río abajo amarrado de la cintura a la cincha de un caballo y infiriéndole golpes y riendazos, hasta que de tanta tortura y hostilidad no pudo resistir y dejo de existir en el trayecto a Haquira. Luego Wamancha es conducido por un camino perdido directamente al cementerio. La familia de este líder se moviliza esa madrugada dando aviso a todos los comuneros, la noticia se expande y todos se dirigen a Haquira, piensan que esta preso, toman la plaza de Haquira y exigen a las autoridades para que liberen a Wamancha, pero el indígena Martín Mendoza que ha seguido el macabro hecho llega a la plaza y da la noticia de la muerte del Halcón Joven, todos se dirigen al cementerio, recuperan el cadáver y lo llevan a la plaza reclamando al Juez de Paz Valeriano Zegarra para las diligencias del caso. Los indígenas se quedan en la plaza durante los cuales los vecinos no salen de sus casas. Al tercer día recién los indígenas se retiran con dirección a Chuquibambilla Grau (antes capital de Provincia) para iniciar el juicio contra los autores del homicidio, propalando amenazas de muerte para los blancos. Siendo la denuncia con resultado negativo por falta de Juez Letrado o por las complacencias que estos tienen con los culpables.
El documento de reclamación colectiva firmado por el fenecido Wamancha se pierde en poder de sus agresores sin llegar a su destino, pero lo que no lo hacen los de Haquira lo hacen los indígenas de Quiñota quienes tienen la copia del documento, asimismo la hija de Wamancha natividad Wilcapacco denuncia en el Cusco la muerte de su padre y la desaparición del expediente del juicio en Chuquibambilla. Denuncia que es atendido por la Corte del Cusco, solicitando al puesto policial de la Auraria Cotabambas para capturar a los implicados en el caso, quien contesta que no puede cumplir dicho pedido por no ser estatal su Comisaria.
A consecuencia de estos hechos los indígenas solo hacen caso a las autoridades que ellos mismos han elegido, están en constante pelea con los blancos, habiendo una alianza entre indígenas de Haquira y Quiñota incursionan contra los hacendados de Haquira, como cuando los indios de Haquira, incursionan contra los hacendados de Quiñota, igual reciprocidad existe entre los blancos de Haquira y Quiñota, esto también se manifiesta a nivel de autoridades, ningún Misti manda a los comuneros, pues estos tienen sus propias autoridades quienes se titulan Kuracas y pregonan el Tawantinsuyo.
En los siguientes días como el 26 de Julio de 1922 los indígenas en un numero de 800 personas sitian el pueblo de Haquira durante 4 días sin permitir que los vecinos residentes puedan salir, Estos encabezados por sus cabecillas Valeriano, Zegarra Quintanilla (gobernador) Quintanilla Serafín Zegarra, Antonio Villalobos, Guillermo Romaní (Gobernador), Honorato Arredondo (Mestizo) y Francisco García. Quienes conjuntamente con los indígenas provocaron a los vecinos, echando mueras para los blancos, aclamando victorias a sus autoridades y dando vivas al Tawantinsuyo ”Afirmando que el Inkari había vuelto y que venía del lado de Espinar”. Acto seguido portando revólveres y escopetas al estilo del oeste Americano, atacaron a pedradas y balazos a los vecinos en especial a la familia Arredondo quienes tenían su domicilio en la plaza principal, tratando de tumbar a balazos, pedradas y golpes las puertas macizas de madera del inmueble y al no poder romper procedieron a subir por el techo de tejas con el ánimo de capturar y victimarlos en presencia de sus menores hijos, inculpandolo haber haber prestado apoyo a A. Lovon para la captura de Wamancha. Cesando estas acciones de amenaza solo con la intervención del Cura del pueblo Benedicto Grageda, quien pudo detener la ira de los agresores y asilar a los amenazados en la parroquia.
El inkari ha vuelto, al ultimo príncipe Inca lo descuartizaron y no pudieron matarlo, sus restos fueron enterrados en los distintos suyos del imperio, para que su cuerpo nunca se volviera a unir. Pero esas partes están creciendo hasta unirse. Y cuando encuentren la cabeza, el inca volverá a levantarse y se cerrara un ciclo. El imperio resurgirá y aplastara a los que lo desangraron. La tierra y el sol se tragara al Dios que los españoles trajeron de fuera....(el mito del Inkari)
En Septiembre de 1923 a los 24 dias los indígenas cercan el pueblo de Quiñota, incendian la casa del hacendado Carlos Vidal Berbeño, quien muere a consecuencia de un golpe de garrote que le diera un indígena para cortarle la cabeza. Es así que el día 3 de Noviembre del 1923. el indígena Victoriano Jaquis natural de Quiñota fue apresado en Qqelloyu por hacendados de Quiñota, acusándolo de haber participado en la incursión a su hacienda en complicidad de los indígenas Haquireños, disparándole un tiro de carabina para luego rematándolo a golpes hasta matarlo, posteriormente sosteniéndolo con un palo a lomo de un caballo y disfrazado de misti, fue paseado por las calles de Quiñota ante la estupefacción de los pocos vecinos y finalmente sacándolo hasta cerca del pueblo de Llusco es arrojado en un cancón para ser devorado por los perros.
El movimiento se extiende hasta Progreso Grau, El 14 de octubre de 1923, en la madrugada hombres armados con palos, liwis y hondas toman prisionero y dan muerte en Calabusuyucc al colono Evaristo Almiron colono de la compañía Cotabambas Auraria hacienda Trapiche, acusándolo de abusadores, pero la compañía Auraria y su policía particular reprimen rápidamente a los rebeldes indígenas dando muerte a la gran mayoría de estos. En Quiñota los mistis permanecen cerrados en sus casas, no van a sus chacras, ni pueden establecer comunicación hasta que de alguna manera en el mes de Octubre telegrafían a Cusco y Abancay pidiendo envíen una tropa para protegerlos de la ferocidad de los naturales sublevados.
Respuesta que obtienen en Chuquibambilla Grau-Apurimac el 07 de Noviembre por parte del Prefecto Denegri del Cusco ordenando a Aguirre Peña Subprefecto de Chumbivilcas (Cusco) y Roque Gutiérrez de Grau (Apurimac) restablecer el orden, para esto envía una guarnición de gendarmes al mando del Teniente Zavala. El día 14 de Noviembre ambos Subprefectos se reúnen en Haquira, coordinan y forman dos ejércitos conformado por gendarmes y trescientos indígenas que habían reclutado en los pueblos de Chumbibilcas y Grau.
El 15 de Noviembre en Haquira se ordena que se recaude a los contribuyentes subversivos sus prendas y enseres para ser puestos a disposición de la recaudadora y se capture a los principales cabecillas de la rebelión. Ese día mismo parten de Haquira ambos ejércitos acompañados de algunas autoridades principales hacia las comunidades de Haquira y Quiñota, autorizando mutuamente los dos Subprefectos incursionar en ambas provincias.
Los siguientes días 16, 17 y 18 ambos ejércitos forman su cuartel en la estancia de Patan Haquira de donde prosiguen con la incursión de las diferentes comunidades de Quiñota, los anexos de Llacchua, Patahuasi y veintinueve estancias de Haquira, devastando cabañas, saqueando todo lo que encuentra a su paso: ganado, enseres, productos de comer; queman todo libro de enseñanza, abusan de mujeres sin respetar condiciones. Quedando al final estas estancias desoladas y sombrías como después del paso de una horda sanguinaria y barbará.
Sin embargo los indígenas que no tuvieron la suerte de fugar oportunamente o de tropezar con sus perseguidores de manera impensada, los apresaron y remitieron a la típica y aterrorizante cárcel de piedra o Ccacca Cárcel abierta en la grieta de un peñón como en los cuentos fantásticos, sometiéndolos a mil torturas y cepos de diversas clases exigiendo la confesión de crímenes que no cometieron.
“A la anciana Martina Mallco, suegra de Mendoza, a quien lo llevaron arrastrando a la cincha de un caballo con una criatura de dos años entre los brazos hasta matarlo a la que no pudieron hacerla soltar por mas esfuerzos que hicieron”, todo esto por no revelar el paradero de su yerno....(versión de un testigo quejoso).
A consecuencia de estos hechos los indígenas huyen a las alturas, emigrando a otras estancias de Mara, Kolquemarca, y una veintena de ellos llegan al Cusco, interponiendo queja en el Patronato de la Raza Indígena, claman justicia y refieren que el único delito real es de “haberse puesto a defender de los blancos su pueblo y tierras para que no los despojen y los conviertan en haciendas” solicitan una respuesta tajante.
CONSECUENCIAS:
La consecuencia inmediata es la violenta represión y el asesinato de los lideres y cabecillas del movimiento, la reclusión en el cárcel de las autoridades y lideres indígenas y la apropiación de tanto de las tierras y ganados que los hacendados han saqueado a los indígenas, sin embargo el enfrentamiento persiste, por un lado los blancos quieren recuperar su autoridad y poder sobre el Distrito, y por otro los indígenas no los admiten como autoridades y ellos no cumplen con el Pongueaje, Pastoreo, Arrieria, etc.
Son atendidos por la justicia conforme a Ley denunciando a los culpables y omisos en la administración de Justicia por actuación incorrecta. El éxito del movimiento esta en que logra limitar el crecimiento de las haciendas a expensas de los terrenos de los indígenas, además los hacendados se cuidan de incursionar o robar o asesinar en las comunidades indígenas. En cuanto a la educación se mejoro esta creando escuelas en las diferentes comunidades; pero a pesar de ello los niños indígenas no pueden asistir sea por el mucho trabajo en la familia, la geografía del medio y mitos ancestrales.
El fracaso de este levantamiento radica en que los hacendados se quedan con las propiedades que anteriormente y durante el levantamiento arrebataron a los indígenas.Los hechos nos muestran que durante el levantamiento los indígenas no crearon organizaciones nuevas si no que simplemente intensificaron sus métodos de ofensiva y defensiva, y de organización milenaria, así como el “ABIGEATO” que en forma no varia casi en nada, sin embargo, su contenido era radicalmente distinto ya que asaltaban para recuperar el ganado que los hacendados los “rescataban”. También se puede deducir que el indígena al anunciar el retorno del Inkari, no solo reclamaba sus derechos de propiedad y autoridad, si no también, quiere restaurar el Tawantinsuyo expulsando a los blancos y sus costumbres.
Para el año 1926 eran pocos los hacendados y blancos en el lugar, varios de estos murieron a consecuencia de enfermedades adquiridas en prisión al ser denunciados conforme a Ley, posteriormente diezmados por el gobierno de Velasco, por lo que los blancos emigraron a otros países y lugares, pasando a formar parte de la clase media, quedando en Haquira solo los descendientes de estos, los mestizos.
Son atendidos por la justicia conforme a Ley denunciando a los culpables y omisos en la administración de Justicia por actuación incorrecta. El éxito del movimiento esta en que logra limitar el crecimiento de las haciendas a expensas de los terrenos de los indígenas, además los hacendados se cuidan de incursionar o robar o asesinar en las comunidades indígenas. En cuanto a la educación se mejoro esta creando escuelas en las diferentes comunidades; pero a pesar de ello los niños indígenas no pueden asistir sea por el mucho trabajo en la familia, la geografía del medio y mitos ancestrales.
El fracaso de este levantamiento radica en que los hacendados se quedan con las propiedades que anteriormente y durante el levantamiento arrebataron a los indígenas.Los hechos nos muestran que durante el levantamiento los indígenas no crearon organizaciones nuevas si no que simplemente intensificaron sus métodos de ofensiva y defensiva, y de organización milenaria, así como el “ABIGEATO” que en forma no varia casi en nada, sin embargo, su contenido era radicalmente distinto ya que asaltaban para recuperar el ganado que los hacendados los “rescataban”. También se puede deducir que el indígena al anunciar el retorno del Inkari, no solo reclamaba sus derechos de propiedad y autoridad, si no también, quiere restaurar el Tawantinsuyo expulsando a los blancos y sus costumbres.
Para el año 1926 eran pocos los hacendados y blancos en el lugar, varios de estos murieron a consecuencia de enfermedades adquiridas en prisión al ser denunciados conforme a Ley, posteriormente diezmados por el gobierno de Velasco, por lo que los blancos emigraron a otros países y lugares, pasando a formar parte de la clase media, quedando en Haquira solo los descendientes de estos, los mestizos.
Finalmente en la época del terrorismo 1980-1995 en Haquira y Quiñota el grupo subversivo Mahoista Sendero Luminoso incursiona en ambos distritos victimado y persiguiendo a los últimos descendientes de los hacendados que quedaban, como el caso de la Sra. Blanca BERBEÑO ALVIS, a quien le cercenaron los senos estando viva paseándola por la plaza del pueblo de Quiñota en toque de campanas; dándole la puñalada final después de larga agonía, únicamente por poseer un pequeño fundo heredado desde sus ancestros.
El inkari a vuelto
Ochenta años atrás, Mariategui había identificado al Perú como una sociedad semi - feudal. En la actualidad, las cosas no han cambiado mucho. Nuestra falsa burguesía tiene mentalidad de hacienda dispuesta a beneficiarse sin importarle el país. El hombre es un ser que busca alcanzar su individualidad, pero paradójicamente no puede lograrlo sin integrarse al grupo social. Las sociedades avanzan cuando sus clases sociales están bien definidas, se identifican con su entorno, exigen sus derechos y cumplen con sus obligaciones.
Entonces se podría decir que el mito del Inkari se da en estos días en las grandes urbes del País como Lima, “ciudad de Reyes”, que debido a las malas políticas de Estado los desplazados del Perú de todas las sangres se han congregado a los alrededores de la ciudad Virreinal por miles y millares, como hormiga que escapa del fuego decididos a salir adelante en la vida, llevando consigo sus costumbres, tradiciones, usos, creencias etc. Transformándolo en una ciudad cosmopolita y a base esfuerzo y trabajo están cambiando los destinos de este país, desterrando el pensamiento retrograda de las minorías y los falsos wiracochas. Y han de convertirlo en pueblo de hombres que entonen los himnos de las cuatro regiones de nuestro mundo. A la espera de la cabeza buscada o un líder con valores morales que pregone la igualdad y justicia social, y llegado ese momento, "el mundo será el hombre, el hombre el mundo todo a su medida".
ARCHIVOS:
Expedientes: Corte Superior Justicia Cusco., Archivos Curato Haquira, Patronato raza Indígena Cusco., Los Ayllus Sofía Arredondo, Archivos privados Arredondo, UNSAAC Seminario de historia rural andina-V. Fernandez.
1 comentario:
Saludarlo y felicitarlo por su identificación con su tierra.Conocí Haquira, y me gustó, es un gusto conocer un poco mas de su historia.
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