12/11/12

“Toros, sangre y arena”- Mi opinión sobre las corridas de Toros

Escribe: Anibal Arredondo A.

- En pocos dias se dará inicio a la fiesta taurina en la ciudad de Lima en homenaje al Cristo Morado del señor de Pachacamilla en la monumental plaza de toros de ACHO obra del Virrey Amat y Juniet, el que me motiva escribir y verter mi opinión sobre esta fiesta de arte, valor, sangre y arena, que a mi juicio quizá este errado de decir “Fiesta” por que pienso de otro modo y esta equivocación quisiera que mis prójimos me corrijan sin lastimar mis sentimientos y mi afición a los toros.

Al Llegar a nuevos mundos en este caso a la vieja España, no solo me ha aportado a valorar mi felicidad, si no, el gran reto de la vida de haber superado mis propias limitaciones, empujándolas hasta lugares a los que jamás había soñado llegar.

Darme la oportunidad de haber espectado verdaderas corridas de toros en sol y sombra en la primera plaza monumental del mundo LAS VENTAS en la ciudad de Madrid, con lo que cumplía uno de mis sueños de tantos que me había trazado y otro cumplido ver un clásico de foot-ball en otro monumental SANTIAGO BERNABEO del Real Madrid, con lo que me sentí afortunado mas de lo que merezco y eternamente gratificado. De cierto os digo esto sin ánimo de envanecerme.

Vuelvo a las “VENTAS” al lugar de los terrenos, los trajes, los toreros, las cuadrillas, piezas fundamentales de la lidia y atractivos elementos estéticos que conforman el mundo del toreo, cuando varios hombres valientes salen a la arena al toque del clarín para enfrentarse a un toro. Se muestra además como se hace, quienes intervienen y los instrumentos que utilizan, también de los personajes que juzgan y ayudan en la ejecución de este rito que culmina siempre con la muerte.

EL TOREO DE CAPOTE. Se inicia la fiesta cuando queda abierta la puerta del chiquero y sale quizá un peceño, mulato, plateado, palomo, castaño, jabonero, colorado, calzado, etc. Cualquiera de los colores de piel de las que predomina en estos animales criados en la sierra de Guadarrama entre pinares serranos y robledales donde el poeta canta:

¡Oh monte impenetrable! ¡Oh monte ombrio!
¡Oh valle deleitoso! ¡Oh solitario, taciturna mansión!
¡Oh quien del alto y proceloso mar del mundo huyendo a vuestra eterna calma, aquí seguro vivir pudiera siempre, y escondido..
.!

El matador se vale del capote para recibir el toro, generalmente con los brazos tanto en lances artísticos como la brega, es decir en aquellas suertes que implican correr al astado, paralelo, fijarlo o ponerlo en suerte, con la verónica; media verónica, lances largos, gaoneras, chicuelinas, porta gayola, faroles, etc.

LA SUERTE DE VARAS.Se realiza a caballo y sirve para medir la bravura del animal, así como dosificar sus fuerzas para el resto de la lidia. El picador se sirve de la puya para hacer sangrar al toro y comprobar su reacción ante el castigo; además le resta su acometividad a la embestida. Este arte cruel lo realizan en diferentes formas de picar, de frente, de costado.

Una vez castigado el toro, los toreros prueban las condiciones en que ha quedado la res tras el puyazo. El tercio de las banderillas es uno de los momentos más vistosos de la corrida y se produce una vez que los picadores han abandonado el ruedo. Habitualmente a cada res le colocan tres pares de banderillas en sus diferentes formas; al cuarteo, al quiebro, de frente, de adentro afuera, par de sobaquillo y cite desde la barrera. Explicar cada caso seria cansarlo respetado lector y aficionado, de repente Ud. Este mas imbuido del arte de la tauromaquia. Obviamente mi distinguido lector el vocabulario taurino requiere de especial bibliografía de la que me valgo.

EL MOMENTO SUPREMOLa muleta constituye el instrumento más importante de la lidia. El torero se vale de una tela de color rojo mediante el cual se encaliza templando la embestida del toro. En los muletazos se vera los paces naturales, derechazo, de pecho, estatuario y trinchera. Bajado la cabeza del bravo y los pitones quietos, la estocada es considerada la suerte suprema o culminación de la lidia del toro.


LA FIESTA SE PUSO BRAVA:
Hoy por hoy muchas corrientes que protestan contra esta clase de espectáculos, llámese Sociedad Protectora de animales, ecologistas, etc. que vienen luchando por la desaparición de las fiestas taurinas en la misma España caso Barcelona.


Personalmente respeto sus razones, considerando que la vida es como dos rieles paralelas que nunca se van a juntar, por que la una tendrá la razón y la otra la sin razón.


En esta encrucijada, yo opino con la mayor simplicidad. Pues, al que no le guste, deteste, le cause alergia y malestar las corridas de toros como las que marro, simplemente no asista a estos eventos taurinos y punto.

A los que nos gusta seguiremos asistiendo a las pocas plazas de toros que quedan con la seriedad con que ofrecen su profesionalismo. No siempre para ver con complacencia armónica manar sangre del morrillo del bravo ni por las banderillas que sigan lastimando su herida hasta dejarlo humillado y someterse al trance final de la estocada. Tampoco somos insensibles. Si no para apreciar la otra parte del toreo, ver al hombre erguido lleno de valor con traje de luces, luces por que el efecto que producen las lentejuelas que lo adornan, de montera, uno de los vestuarios que mas a evolucionado del sombrero de tres picos, su chaquetilla verdadera obra de arte, adornada con alamares y borlas que cuelgan llamadas machos; su taleguilla, sus medias generalmente color rosa, su coleta una antigua moda del siglo XVII que persiste, aunque hoy día postizos. Una cinta negra fina anudada llamada corbatín, camisa de color blanco adornada de encajes, sus machos, sus zapatillas y finalmente su capote de paseo la pieza la lujosa del vestuario torero ornamentada con distintos motivos que pueden incluir imágenes religiosas de los que es devoto el torero.

Con todo este atavió ver a este valiente frente a esta fiera de basto peso y cornamenta aguda de diferentes formas de veleto, un bizco generalmente un mogón, que con un simple enganche en el frágil cuerpo humano podría acabar con la vida del osado. Pero con la destreza, arte y valor acabara finalmente con el dominio del hombre sobre la bestia.

No quisiera que estos nobles animales de sangre brava acaben en carne de consumo en el camal y los cosos de toros sirvan para espectáculos frívolos que tampoco son constructivos menos educativos....Adiós nos vemos en Acho.

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