30/1/23

El Calibre de la Violencia


Escribe : Anibal Arredondo

Gracias por permitirme  que opine sobre los sucesos que vienen ocurriendo en el Perú. Una causa como la que nos ocupa por su dimensión, debe estar en manos de experimentados profesionales politólogos, y otros que investiguen  in situ, e  informen la verdad al mundo, de esta tormenta que camina entre cadaveres, ya que solo con información periodística no es suficiente .

¿Por qué surge esta rebelión del pueblo?:  Yo creo que porque  la oligarquía limeña sigue gobernando y representando a un viejo mundo,  ya inexistente, donde los políticos corruptos, los empresarios ricos controlan a la clase media, a los campesinos de la Sierra y Selva empobrecida. controlan, los medios de producción, aprovechándose de  la libertad de mercado, con fines lucrativos y no por el buen estado de la población,   Esto viene ocurriendo desde hace dos siglos, habiendo dejado al Perú como una isla en medio del olvido y la pobreza.

Estos hechos no son ficticios ,son hechos reales, y no es pura coincidencia. Estos hechos no son palabras que se lleva el viento, son hechos que pesan como el plomo de las balas no esquivadas que mataron  a más  de sesenta  peruanos.

El golpe de Estado a la débil democracia  que dio el títere del ex presidente Pedro Castillo (Mucho título para un hombre ineficaz) deliberadamente contra los derechos humanos, contra el art. 45 de la Constitución. ( En menos de seis minutos cerro el Congreso, al Poder judicial, invoco a las fuerzas armadas para que lo apoyaran). Terminó  creando la actual crisis en el Perú. Crisis  que ha despertado a los más desfavorecidos, el  pueblo que estaba como un León dormido, que en este momento atípico  se levanta, y su hartazgo que ha convertido al país en un barril  de pólvora. El país se baña de sangre, armas de fuego, ondas, piedras, y todo lo que esté  a su alcance a sus manos.

Estos actos de violencia y reprensión que  vienen siendo la tónica de la historia del país , quizá haya despertado a los olvidados y les este haciéndose  plantear su futuro, querer un cambio, no un país asfixiado  por la corrupción, corregir lo que les agobia, buscar una esperanza, un poco de sueño, que se limpie el vertedero del Congreso, como se hizo en la revolución francesa, aunque la sangre corrió por las calles y volaron cabezas. 

Esta tormenta que viene asolando al Perú, busca emanciparse después de  doscientos años de Republica, de los gobernantes que han propugnado el olvido de los pobres, la discriminación, la dispatía, la injusticia, la ignorancia. Buscan regenerar las instituciones para que no haya gobiernos corruptos que malvendan  sus bienes como se hizo con Aero Perú que fue vendido como chatarra, el gas de Camisea, nuestro petróleo, Machupicchu que  renta a empresas chilenas sin dejar nada para los legítimos dueños ,etc, etc,

Los peruanos hasta ahora habían creído en las palabras relevantes de los candidatos para presidente y congresistas, en época de elecciones, pero cuando se quitaban la máscara, resultaban ser delincuentes de cuello blanco y corbata, que negaron a sus electores y a su pueblo a sus aspiraciones, a planificar su futuro, a ser artífices de su gran transformación, al valor de ser libres lejos de la ignorancia.

Los pueblos marginados de la Sierra y Selva peruana, no han conocido la generosidad de los gobiernos, solo han conocido el poder de la fuerza en su espalda golpeada, la pobreza como látigo y ahora en este siglo añaden al dolor más dolor.

Esa gran parte de ese odio esta originado por los grandes medios de comunicación  profundamente corruptos, y pagados por los gobiernos. 

Es cierto  que se debe comprender que ningún gobierno en el mundo, nunca a dado soluciones perfectas que, correspondan a las necesidades de todos. Pero saben mitigar al clamor de las clases marginadas. Eso nunca hubiera comprendido Pedro Castillo , solo brillo un momento  como una luciérnaga, pero  su ignorancia, su incapacidad y su estupidez se lo devoró.

Esperemos que la señora Dina Boluarte, prisionera  de fuerzas oscuras que la someten , se libere y renuncie al cargo que ocupa, y así se mitigue el dolor y el sufrimiento del pueblo, ya que nadie está de acuerdo en que sigan muriendo más peruanos  y no sólo siga repitiendo como un mantra ser la primera mujer presidenta.

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